miércoles, abril 17

FAMILIARES DE MARCELA IGLESIAS RECLAMAN JUSTICIA

Familiares y allegados de Marcela Iglesias, la niña de seis años que murió aplastada por una estatua el 5 de febrero 1996 en el entonces Paseo de la Infanta del barrio porteño de Palermo, realizarán mañana a las 11 un acto en el que insistirán en su demanda de Justicia y denunciar las concesiones ilegales que se dan en la zona.
«A 19 años de la muerte de Marcelita el dolor es grande, por un lado porque no hubo justicia, y por el otro porque vemos cómo el paseo que a partir de 2007 había sido rebautizado con el nombre de nuestra hija, se utiliza para lucro de los privados», aseguró  Nora Ribaudo, madre de la pequeña.
La mujer, que forma parte de la agrupación Madres del Dolor, recordó que «en relación a la causa judicial nos hemos quedado sin justicia porque por la ley 25.990 se achicaron los plazos de prescripción y la causa de mi hija prescribió».
En la causa, cuya carátula era homicidio culposo, estaban imputados funcionarios municipales, la dueña de la Galería Der Bruke (que es la mujer del dueño de Panter SRL, la empresa que «se adueñó» de los 20 arcos del paseo debajo el Ferrocarril San Martín) y el escultor de la estatua.
Los intentos de la familia en el marco de la Justicia nacional para que no prescribiera la causa fueron en vano, por lo que en 2008, Nora y Eduardo -el padre de Marcelita- decidieron demandar al Estado argentino ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tribunal que todavía no se ha expedido.
«El otro tema es la utilización que se le da al Paseo, que para nosotros debería ser un espacio verde, al servicio de la comunidad, y que cada vez se privatiza más», detalló Nora.
Por un lado, el proyecto vigente de «polo gastronómico» va en contra de la ley 2.366, que establecía: «Denomí­nase ‘Paseo Marcela Brenda Iglesias a las veredas y terrazas paralelas a los arcos del viaducto ferroviario que atraviesa la plaza Andrés Guacurari Artigas integrante del Parque 3 de Febrero, entre las Avenidas Del Libertador, Infanta Isabel y calle Coronel Marcelino Freyre».
Por por el otro, atenta contra el Código de Planeamiento Urbano, que desde la sanción de la ordenanza 46.229 de 1993 prohíbe la concesión o permiso de toda área destinada a espacio verde, como lo es el Parque 3 de Febrero.
El 5 de febrero de 1996, Marcela salió de excursión con la colonia del Club Banco Hipotecario al Paseo de la Infanta, porque había juegos.
«La Galería Der Brücke, uno de los locales del Paseo, habí­a instalado una muestra de esculturas gigantes usurpando el espacio público, ya que no tenía permiso municipal», describió Nora.
Una de esas esculturas, una mole de dos metros y medio de altura que pesaba más de 270 kilos, se desplomó sobre tres niñas: Lucí­a Acosta y Antonella Zazzarino resultaron heridas, y Marcela murió en el acto.
«Panter SRL, la misma empresa que estaba cuando mataron a nuestra hija, sigue hoy utilizando el espacio público como propio, dando ellos la concesión como hizo, por ejemplo, con el local de Mc Donald’s», denunció Nora.
Y concluyó: «Hace un tiempo anunciaron que pondrían una placa en el arco 7, pero lo que nosotros queremos es mantener vivo este espacio, que puedan jugar allí niños sin ningún peligro y podamos ver crecer el jacarandá que plantamos en honor a nuestra hija. Con él crecemos nosotros también, rodeados de toda la comunidad que siempre nos acompañó».
El acto se llevará a cabo a partir de las 11 sobre la calle Infanta Isabel, entre la Avenida Libertador y Marcelino Freyre.

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