miércoles, abril 24

TRABAJO INFANTIL EN ARGENTINA

 El trabajo infantil «está lejos» de ser erradicado en Argentina, donde casi 500.000 menores de 5 a 17 años cumplen tareas laborales a diario no sólo a causa de la pobreza sino también de «tradiciones culturales», dijeron analistas a EFE.

«El desafío de Argentina es tener una política pública en todo el país para la erradicación del trabajo infantil, que aún está bastante lejos de ser una realidad», explicó Gustavo Ponce, especialista en Trabajo Infantil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Argentina.

El Gobierno se comprometió a erradicar el trabajo infantil para 2015, en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, firmados en 2000 por 189 países, con la intención de alcanzar mejoras en las áreas de salud, educación y pobreza, frente a los niveles de 1990.

Según Ponce, Argentina debería mirar experiencias exitosas en la lucha contra el trabajo infantil, como las registradas «en Brasil y México», aunque consideró que «Ecuador y Paraguay también tienen programas interesantes» en esta temática, mientras que Chile logró alcanzar «una tasa mucho menor» a la local.

En Argentina, el 6,5 por ciento de los menores de 5 a 13 años trabaja, lo que equivale a unos 200.000 niños, mientras que entre los jóvenes de 14 a 17 años, el 20,1% cumple tareas laborales, lo que representa más de 263.000 jóvenes, según una encuesta oficial elaborada en 2006, la última realizada sobre este asunto.

De todas formas, varios analistas cuestionan la falta de estadísticas completas y actualizadas ya que este sondeo no comprende la totalidad del país, por lo que el número de chicos en situación de trabajo «puede ser mucho mayor», según estiman.

Alberto Morlachetti, del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, consideró que no se puede «hablar de cifras porque la producción de estadísticas en Argentina tiene que ver con la ficción, no con la constatación científica».

Los sondeos oficiales son cuestionados en Argentina a raíz de la polémica situación que atraviesa el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) por la presunta manipulación de los índices nacionales, según denuncian economistas, dirigentes de la oposición y empleados del organismo.

Por su parte, Ponce señaló que «falta un sistema de medición continua» en el país, donde se comenzaron a crear observatorios provinciales «para mejorar los sistemas de información» sobre trabajo infantil, prohibido por ley, detalló.

Otro de los desafíos a los que se enfrenta Argentina gira en torno a la «concepción cultural» del trabajo, principalmente en el sector rural, donde «buena parte de la población cree que es mejor que los chicos trabajen para ayudar a la familia», dijo a EFE Susana Singer, de la Fundación Conciencia, una de las entidades que participan en una red nacional sobre el tema impulsada por el Gobierno.

En las áreas rurales del país, el 35,5% de los jóvenes de entre 14 y 17 años trabaja, un 15 por ciento más que en las zonas urbanas, según las cifras oficiales.

«En el área agrícola se registra la mayor cantidad de trabajo infantil. Existe una naturalización de esta situación, incentivada por los precios irrisorios que se pagan en este sector», advirtió María del Pilar Rey Méndez, a cargo del Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil.

Este fenómeno también es visible en la industria, minería, construcción, trabajo doméstico, comercio, servicios, explotación sexual y tráfico de drogas, entre otros.

«Estamos inscritos en un orden cultural donde el niño no tiene que participar en el mundo laboral porque teóricamente está cuidado por la familia y por el conjunto social e institucional», destacó Morlachetti, dirigente del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, formado por 400 organizaciones no gubernamentales vinculadas a la lucha contra la pobreza y la deserción escolar en los niños.

Precisamente, los especialistas aseguran que el trabajo infantil está ligado tanto a los bajos recursos como a la deserción escolar.

Las estadísticas oficiales sostienen que el 2,8% de los niños de entre 5 y 13 años que trabajan en Argentina no asiste al colegio, cifra que se eleva al 10% en el campo.

La pobreza bajó al 20,6% sobre finales de marzo último, según el cuestionado INDEC, aunque un reciente informe de la consultora SEL señaló que el 31,6% de la población es pobre, lo que equivale a unos 11,3 millones de personas.

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