En el 140°aniversario del colegio Mariano Acosta, el gobierno porteño impidió que la Orquesta Infantil y Juvenil brindara el concierto programado. No autorizó el traslado de la orquesta compuesta por más de 100 niños y jóvenes.
Más de cien chicos de la sede Balvanera del Programa de Orquestas Infantiles y Juveniles de la Ciudad de Buenos Aires, que venían ensayando hace un mes un concierto con motivo del 140°aniversario del colegio Mariano Acosta, se quedaron sin poder presentarse ante la negativa del Gobierno porteño para autorizar la salida.
«Cuando llegó el listado de micros que autorizaban y vimos que no estaban los de este concierto pensamos que se habían olvidado. Llamamos, hicimos el reclamo, y no hubo respuestas. Hoy no tenemos dudas que se trata de un ataque más al Programa por parte del Gobierno porteño», indicó Adriana Weschler, trabajadora y delegada del Programa.
El concierto estaba previsto para hoy a las 15, en el marco de las actividades con motivo del 140º aniversario de la creación del Colegio Mariano Acosta.
Weschler detalló que el 15 de mayo enviamos la solicitud correspondiente ya que «cuando hay que pedir movilidad exigen que se pida autorización con un mes de anticipación, lo cual es una exageración porque muchas veces las presentaciones surgen con menos tiempo, pero en esta oportunidad se hizo tal cual lo pedido».
Por este motivo, y ante la ausencia de respuesta de autorización de la salida, los trabajadores del Programa consideraron que «no es casual que nos impidan estar en este acto, que era nada menos que en una institución emblemática de la educación pública, lo que nosotros venimos defendiendo y por lo que somos perseguidos».
A fines del año pasado, el coordinador del Programa, el maestro Claudio Espector, fue removido de palabra de su cargo y, desde entonces el conjunto de los 230 trabajadores que conforman el dispositivo vienen resistiendo la decisión, con medidas judiciales de por medio que avalan al docente y que el Gobierno de la Ciudad apeló.
Según denuncian los trabajadores, mientras se define la suerte de Espector, a través de diferentes acciones como la no autorización para las salidas para hacer presentaciones o la desaparición de materiales en la oficina del dispositivo, el Gobierno de la Ciudad «hostiga y boicotea al Programa».
«Las principales víctimas de esta lucha son los chicos, quienes durante un mes se prepararon, estaban ilusionadísimos y con esta actitud impiden la culminación de un proceso de aprendizaje porque el concierto es un hecho estético concreto en el que ellos tienen público, reciben una devolución y sobre eso luego se trabaja», detalló Weschler.
En una carta presentada ante la Gerencia Operativa Música para la Equidad (Gomple), responsable de la falta de autorización, los padres de la orquesta infantil de Balvanera aseguraron «con esta actitud generaron en nuestros hijos un daño psicológico innecesario porque los mismos no toman la orquesta como un simple entretenimiento, sino como algo que puede ser para muchos su futuro».
El Programa Orquestas Infantiles y Juveniles funciona desde hace más de 16 años formando músicos entre los alumnos de escuelas donde existe una menor accesibilidad a bienes culturales, por lo que la oportunidad de esta educación representa un forma de inserción e, incluso, una oportunidad de futuro laboral.