domingo, noviembre 24

1425 MIÉRCOLES DE LUCHA

Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre… Pobre… ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!

Liliana y Marcos recitan a dúo el poema Los Heraldos Negros en la explanada del Congreso de la Nación. Los versos del poeta peruano César Vallejo acompañan los 1425 miércoles de protesta y lucha que los jubilados/as y pensionados/as de nuestro país realizan bregando por el derecho a una vida digna.

Es 31 de julio y se suma a esta jornada la delegación de la Asamblea Permanente de Jubilados/as del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Se suman organizaciones de jubilados/as, sindicales, territoriales, sociales. Se suma la organización de jubilados/as para una «Vida Activa». Se suman los poetas Carlos y Ronny. Se suma Eugenio Semino -Defensor del Pueblo de la Tercera Edad de CABA-. Y se suma la voz vibrante de Elia Espen, Madre de Plaza de Mayo Linea Fundadora.

Marcos Wolman, Secretario General de la Mesa de Jubilados y Pensionados, toma la palabra y analiza el deterioro de la situación previsional actual, para detallar, más adelante,  los cinco puntos  básicos de las medidas de emergencia acordadas por organizaciones gremiales, sindicales, de jubilados/as, sociales y territoriales, que luchan por un verdadero sistema previsional público, de reparto, asistido e intergeneracional, al tiempo que intentan frenar las políticas de desfinanciamiento en el sistema previsional que el Gobierno nacional que se vienen aplicando por exigencia del FMI.

«Se trata de una Nueva ley de Previsión Social, donde a partir de la normalización de la Obra Social INSSJyP (PAMI) se ponga fin a la intervención. Se trata de la asignación de viviendas en comodato personas jubiladas y/o pensionadas en situación de emergencia habitacional. Se trata de hacer entender a quienes gobiernan que la Jubilación es un derecho, no un subsidio a la vejez», explica Wolman.

La situación económica de las personas mayores es cada vez más apremiante. Según un calculo estimado por la Defensoría del Pueblo de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires, la Canasta Básica de una persona Jubilada,  midió $30.524 al 1º de abril de 2019. Cada una de estas mediciones confirma la continuidad y agudización de la relación del haber mínimo jubilatorio con la misma, ya que sólo cubre el 36% de las necesidades básicas de  subsistencia y alrededor del 70% de jubilados y pensionados tiene  ingresos por debajo de esa suma.

“La única forma de garantizar el 82% móvil sobre el salario del trabajador activo -en su mismo cargo, oficio o función- es con los recursos que provienen de aportes de trabajadores activos, de contribuciones patronales y del Estado. Para ello es imprescindible poner fin al trabajo no registrado, a la desocupación y subocupación, a la disminución de las contribuciones patronales, a la utilización de fondos previsionales para otros fines. Los fondos de ANSES deben aplicarse en forma integral al pago de las prestaciones previsionales. Todos los demás rubros que hacen a la Seguridad Social, de absoluta necesidad y responsabilidad del Estado, deben proveerse con recursos propios determinados en el Presupuesto de la Nación”, afirma el Secretario General y asegura “Nuestra lucha es por un verdadero sistema de previsión social público, de reparto, asistido, intergeneracional y contra todo intento total o parcial de privatización a través de un sistema de capitalización individual exigido por el FMI, como las nefastas AFJP que ya padecimos”.

Por estos días los heraldos negros siguen sosteniendo, con vehemencia, la inconsistencia de un relato que arroja a la humanidad al peor de los abismos.

¿Hay, yo no sé!, diría Vallejos.

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