CULTURA DE LA CANCELACIÓN
Si la literatura funcionó siempre como territorio para la indagación de lo oscuro, de pulsiones en cuya viscosidad se aloja lo perturbador o lo perverso, hoy esos límites no parecen tan franqueables y algunos autores aparecen más alcanzados que otros por esta nueva normatividad condensada en la cultura de la cancelación que exige asimilar desde la ficción la tolerancia a las minorías y los nuevos protocolos de género.
Estos nuevos parámetros ponen en dificultades narrativas como las de Pedro Mairal, que en su antología de relatos "Breves amores eternos" ofrece una galería de personajes "incómodos", desde voyeuristas que espían púberes por las redes y jóvenes varones que idean un ardid para filmar a una chica desnuda hasta hombres despechados que son capaces de subastar la virginidad de un...