por Ian Werbin
El 1 de enero, Yoselín Rodríguez, una niña wichi de 11 años, fue la primera víctima de femicidio del año luego de recibir 10 puñaladas en el cuello por parte de su primo en un descampado de la localidad sanjuanina de Media Agua; en septiembre, Verónica Esther Villalba (52) fue asesinada por su expareja en el interior de la panadería donde trabajaba, en la localidad bonaerense de Loma Hermosa; y Susana Cáceres (42) desapareció durante diez días tras salir de su casa y fue hallada muerta el 18 de noviembre junto al Río Reconquista, en Ituzaingó. Los tres son casos emblemáticos de femicidios que se registraron este 2022, en el que hubo al menos 275 mujeres asesinadas en los primeros 11 meses.
Un informe del Observatorio Marisel Zambrano, el cual depende de la organización civil La Casa del Encuentro, reveló que se registró un crimen motivado por la violencia machista cada 29 horas en lo que va de 2022, justo el año en el que se cumplió una década de la sanción de la Ley 26.791, que reformó el artículo 80 del Código Penal para criminalizar de modo agravado los homicidios especialmente relacionados con el género.
De esta forma, la legislación amplió la figura del homicidio calificado por el vínculo y el catálogo de crímenes de odio, e incorporó las figuras de femicidio y femicidio vinculado.
Si bien las cifras oficiales son elaboradas por la Corte Suprema de la Nación -que todavía resta informar los números definitivos del 2022-, distintas organizaciones de la sociedad civil, en este caso La Casa del Encuentro, tienen sus propias estadísticas actualizadas mes por mes, las cuales realizan con criterios propios y, por ese motivo, difieren en la cantidad de víctimas.
Sin embargo, durante el año se registraron más 268 femicidios y 7 transfemicidios, los cuales causaron que 312 hijos e hijas -de los cuales 206 eran menores de edad- pierdan a su madre.
Uno de los casos más estremecedores que se dieron a conocer en la primera parte del 2022 ocurrió el 21 de febrero en la localidad misionera de San Antonio, cuando Débora Elizalde (24) y su madre, la docente Gabriela Agüero (39), fueron asesinadas a balazos por Juan Sergio Kozak (33), expareja de la primera.
Los investigadores determinaron que el hombre primero quiso embestir con su camioneta Fiat Toro a una de las mujeres, pero como no lo logró, sin descender de su vehículo, asesinó a balazos primero a Débora y luego a su madre Gabriela. Kozak huyó y no pudo ser encontrado hasta el momento, por lo que las autoridades nacionales ofrecieron una recompensa de un millón de pesos a quien aporte datos de su paradero.
Otro caso impune -por el momento- es el del femicidio de la estudiante de Medicina en la Universidad Nacional de Comahue (UNCo) Agustina Fernández (19), asesinada en la casa de un amigo suyo, en un complejo de departamentos el sábado 5 de julio en la localidad rionegrina de Cipolletti.
Los investigadores presumen que uno o más delincuentes entraron al lugar, la golpearon salvajemente y escaparon con mil dólares y con los teléfonos celulares, tanto de la víctima, como de su amigo que, en ese momento, había salido a hacer compras.
Ante ese contexto, el Ministerio Público Fiscal de Río Negro difundió el identikit de un joven que habría estado en cercanías del lugar del homicidio: una persona que medía entre 1.60 y 1.70 metros, de tez blanca, cabellos oscuros y con una número 10 tatuado en una de sus cejas.
Por otro lado, uno de los siete transfemicidios del año tuvo lugar el 21 de agosto en la capital de la provincia de Santa Fe, cuando Alejandra Ironici (46), una referente del colectivo trans, fue asesinada de 46 puñaladas y luego fue quemada, y por el hecho fue detenido Héctor Damián Barrero (32).
La fiscal del caso, Alejandra Del Río Ayala, sostuvo que «no se trató de un crimen común», ya que Ironici era «una referente muy reconocida, una mujer que dedicó su vida a luchar por los derechos de las personas, sobre todo de las personas trans».
Por otro lado, el mes de septiembre contó con la particularidad de una seguidilla de femicidios entre el 17 y el 20 de ese mes, en los cuales hubo 5 crímenes motivados por el género. Uno de ellos fue el de Verónica Esther Villalba (52), asesinada en el interior de la panadería donde trabajaba, en la localidad bonaerense de Loma Hermosa, cometido por su expareja Hugo Antonio Marchi, quien ingresó sin mediar palabra al local y le efectuó a la mujer dos disparos en la zona izquierda de la cabeza y otro en el pecho. Luego, el hombre se suicidó tras cometer el crimen.
En ese sentido, el informe de femicidios de La Casa del Encuentro reveló que 46 femicidas de los 275 casos se suicidaron luego de cometer el hecho.
Tal relevamiento de femicidios indicó que el mes con más femicidios del 2022 fue octubre, en el cual se registraron 36 asesinatos de esta índole, mientras que en noviembre se registraron 22 crímenes motivados por el género.
Fue en el undécimo mes del año cuando Susana Cáceres (42) desapareció durante diez días tras salir de su casa de la localidad de Villa Trujui y fue hallada sin vida el 18 de noviembre junto al Río Reconquista en el partido bonaerense de Ituzaingó.
Según la autopsia, el cuerpo de la víctima tenía lesiones propias de haber padecido un abuso sexual, sufrió múltiples heridas punzocortantes, hematomas en el cuerpo a causa de palazos, un golpe en la cabeza con un objeto contundente y tenía marcas en el cuello por asfixia.
Por el crimen de Cáceres, se encuentra detenido Ramón Rosa Lescano, cuya camioneta Renault Duster negra quedó filmada por una cámara de seguridad en las horas previas al hallazgo del cadáver de la víctima a un costado del Camino del Buen Ayre, en las proximidades de la escena donde fue encontrado el cuerpo.
A nivel general, el observatorio Marisel Zambrano registró que la provincia de Buenos Aires es el distrito con más femicidios (86), mientras que le siguen Santa Fe (59), Córdoba (27), Salta (12), Mendoza (12) y Chaco (12).
A su vez, en 54 oportunidades las víctimas habían realizado una denuncia contra su agresor, de los cuales 12 femicidas tenían dictada una medida cautelar de prevención en su contra.
«Insistimos en la plena capacitación a efectores de la justicia y fuerzas de seguridad para que el abordaje ante una denuncia por violencia sexista tenga un accionar con perspectiva de género. Por esto reclamamos el cumplimiento a nivel nacional la Ley Micaela de forma permanente y evaluable», dijeron desde la organización.
(Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Por WhatsApp: +5491127716463).