«El presidente Javier Milei ha delineado con claridad su enfoque respecto a quiénes considera sus verdaderos beneficiarios: los grandes grupos económicos, tanto nacionales como internacionales, que dominan el sistema capitalista», comienza diciendo el comunicado de esta semana de la Mesa Coordinadora Nacional de Jubilados y Pensionados, donde explica que política se traduce en una serie de medidas que han impactado severamente a los jubilados argentinos, marcando un rumbo hacia un sistema previsional profundamente transformado y, para muchos, deshumanizado.
«Desde su llegada al poder, Milei ha adoptado decisiones que han sido vistas como extremadamente duras para los jubilados, como la licuación de los haberes, la eliminación de coberturas de salud a través del PAMI y la eliminación de moratorias, que afectan especialmente a las mujeres que han sufrido años de explotación laboral, son algunas de las medidas más controversiales de su gobierno», amplía el escrito, donde sugiere que dichas acciones apuntan hacia la instauración de un sistema previsional privado, mientras que el sistema actual parece encaminarse hacia convertirse en poco más que un subsidio para la vejez.
La política de Milei ha sido ampliamente criticada por sectores sindicales y sociales, quienes argumentan que estas medidas están diseñadas para dividir a la clase trabajadora y reducir su capacidad de organización frente al poder económico. Mariano de las Heras, director de ANSES, ha defendido estas políticas, estableciendo que es responsabilidad de los trabajadores la situación de su propia jubilación, minimizando el impacto de las decisiones patronales sobre el trabajo no registrado y la evasión de aportes.
Mientras que la respuesta de la oposición llamada «dialoguista» ha sido tibia y fragmentada, con críticas esporádicas sobre el incumplimiento de promesas gubernamentales, mientras que figuras periodísticas afines al gobierno han desplegado campañas destinadas a confundir a la opinión pública, apelando a la indignación con falsedades groseras.
«En este contexto, se ha obviado la lección histórica que ofrecen experiencias como la fracasada privatización de las jubilaciones en Argentina a través de las AFJP, así como el modelo chileno, que ha sido un negocio lucrativo para el capital financiero a expensas de los trabajadores», reflexiona la Mesa Coordinadora, que lamenta que, a pesar de estos precedentes, «el gobierno de Milei persiste en promover un modelo inexistente en otras partes del mundo, incluido el llamado primer mundo«.
En tanto sugiere que la retórica de «batalla cultural» está siendo empleada por la ultraderecha para justificar estas medidas, mientras que la oposición y sectores críticos buscan redefinir el debate público en términos de justicia social y democracia. Por estas razones, la Mesa Coordinadora Nacional de Jubilados y Pensionados considera que el desafío para los sectores sindicales, sociales y políticos críticos es lograr la unidad necesaria para impulsar cambios que transformen esta realidad hacia una sociedad más justa y solidaria, alejada de los intereses del capital financiero internacional.