La trata de personas con fines de explotación sexual o trabajo esclavo es resultado de la pobreza extrema, la inequidad social y la vulnerabilidad de las personas, particularmente niñas y mujeres. En nuestro país, durante el mes de enero de ese año 272 personas fueron rescatadas de las redes de trata. Más de 8 personas por día. Según un informe, del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, durante 2013 fueron liberadas 1.746, personas sometidas explotación sexual o laboral.
Las estadísticas también revelan que desde la sanción de la Ley de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, en 2008, ya fueron rescatadas 6.339 víctimas, en el marco de 2.888 allanamientos, realizados en forma conjunta con las fuerzas de seguridad federales y provinciales.
Los datos globales consignan que el 52 por ciento de las personas eran víctimas de explotación laboral, mientras que el 48 por ciento restante eran sometidas a explotación sexual. El 88 por ciento de las personas rescatadas son mayores de edad y el 53 es de nacionalidad extranjera.
Por otro lado, desde la puesta en funcionamiento de la línea 145 que recibe denuncias por este delito, el número de llamados registrados entre enero de 2013 y el mismo mes de 2014 ascendió a 1.219. La cifra representa un incremento del 100 por ciento en relación a 2012.
A su vez, durante enero de este año, la principal causa de denuncia a la línea 145 fue por explotación sexual (60 por ciento), seguido por personas desaparecidas y por explotación laboral (ambas 12 por ciento).
La efectividad de la denuncia telefónica
22 mujeres víctimas de explotación sexual, fueron rescatas el jueves 6 de marzo, en la localidad de Lomas de Zamora, a raíz de una denuncia recibida a la línea 145, el Juzgado de Instrucción Federal Nº 2, libró la orden de allanamiento que resultó con cuatro personas detenidas.
Las profesionales del Programa Nacional entrevistaron a las víctimas, que relataron que habían llegado al domicilio mediante avisos publicados en el diario Clarín que solicitaban “señoritas” e indicaban un número telefónico. Los explotadores les retenían el 50% de lo recaudado, y les aplicaban multas y descuentos por los productos de higiene y limpieza del lugar.
De las entrevistas se desprendió que la mayoría de las mujeres, entre ellas algunas oriundas de Paraguay y de República Dominicana, no pudieron concluir la educación formal, y en casi todos los casos son el único sostén de hogar.