El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, encabezó hoy el acto oficial en el que se conmemoró el 432° aniversario de la fundación de la Ciudad de Buenos Aires.
La ceremonia se realizó en la plazoleta 11 de Junio de 1580, ubicada en el cruce de las avenidas Rivadavia y Leandro N. Alem.
Escoltados por una formación de honor del Regimiento de Infantería de Patricios, el jefe de Gobierno depositó una coronas de laureles al pie del monumento que rinde tributo al fundador de la Ciudad.
El acto contó con la participación de jóvenes integrantes del coro Encantan Buenos Aires, del Ministerio de Educación porteño, quienes interpretaron el tema “Si Buenos Aires no fuera así”, de Eladia Blazquez.
El 11 de junio de 1580, Juan de Garay fundó la Ciudad de La Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre, con el reparto de tierras entre él, su esposa, y otros 63 colonos, a los que también asignó familias guaraníes, en un sitio presumiblemente cercano al de Mendoza. El motivo de esta fundación queda explicado por las palabras de Juan de Matienzo, oidor de la Audiencia de Charcas, quien en 1556 mencionó la necesidad de abrir una puerta a la tierra, es decir, darle una salida al Atlántico a todo el territorio que existía desde Potosí hacia el sur. En esta ocasión los nativos querandíes, comandados por Tububá, fueron diezmados hasta exterminar su cultura.
Originariamente era la capital de una gobernación que dependía del Virreinato del Perú. Durante unos dos siglos los porteños sufrirían todo tipo de necesidades: estaba alejada de todo centro comercial importante, no existían ninguno de los elementos necesarios para mantener el estilo de vida europeo y no podían fabricarlos en la ciudad. España privilegiaba los puertos sobre el Pacífico y por lo tanto marginaba a Buenos Aires, que sólo recibía dos navíos de registro por año, y hubo lustros en los que no llegó ninguno. Esto llevó a que los habitantes (apenas unos 500 en 1602) buscaran burlar la ley y vivir del contrabando de esclavos que llegados al Puerto de Buenos Aires eran vencidos a Potosí. Este contrabando generó una desigualdad social notoria e institucionalizó la industria de la corrupción.