Seamos Libres denunció hoy la «llamativa» clausura por parte de la Agencia Gubernamental de Control porteña (AGC) de un centro cultural que gestiona en el barrio de Boedo, y vinculó el cierre del lugar a las críticas vertidas hacia el funcionario a cargo del organismo por el legislador Pablo Ferreyra, referente de esa agrupación.
Según informaron, la AGC cerró anoche el centro cultural «El surco», situado en Boedo 830, aduciendo cuestiones relativas a la seguridad del lugar, como el plan de evacuación, o que al momento de la inspección se dictaba una clase de tango.
«Lo llamativo de este cierre es que este centro cultural pertenece a nuestra organización y ocurre a pocos días después de que fuimos muy críticos con el titular de la AGC, Juan José Gómez Centurión, cuando estuvo en la Legislatura el lunes para dar explicaciones sobre el incendio en Iron Mountain», dijo Ferreyra.
En esa oportunidad, el legislador había asegurado, frente al funcionario, que «como titular de la AGC, asegura que los centros culturales son más peligrosos que el depósito de Barracas. Esta concepción sobre el riesgo es expresión de su procedencia, un ex militar que formó parte de los levantamientos carapintadas de Seineldín, que consideran a la juventud y sus actividades como un factor de riesgo para la sociedad».
Para el diputado, «hay una intencionalidad» en el cierre del espacio y reclamó por la sanción definitiva de la ley que regula el funcionamiento de los centros culturales, que obtuvo una primera aprobación en diciembre pasado, pero que aún no volvió al recinto en lo que va del 2015.
Asimismo, destacó que «El surco» recibió la visita de los inspectores que determinaron la clausura ayer jueves cerca de las 21, cuando «lo habitual de este tipo de controles es que se efectúen los fines de semana y después de la medianoche».