Reconocido internacionalmente por sus originales producciones fotográficas, el artista chino Liu Bolin, realizó en el subsuelo del Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (MACBA) «Target», una foto-performance con 18 modelos que representaron con la técnica de camuflaje una potente imagen con granos de soja de fondo, que a su vez permitió reflexionar sobre las formas de deshumanización creadas por la economía global, una obra en vivo que pudieron presenciar a lo largo del día más de 400 personas.
En el marco de la primera Bienal de Performance -que concluye el 7 de junio- la intervención de Liu, que comenzó a las nueve de la mañana y se desarrolló hasta bien entrada la tarde, fue una producción que contó con 18 modelos que previamente se anotaron en una convocatoria abierta y otros tantos pintores abocados al registro hiperrrealista, todo encaminado hacia una toma fotográfica final donde el efecto óptico es el mimetismo con la imagen de fondo.
Divididos en cuatro turnos a lo largo de la tarde, la gente iba y venía mientras los pintores «camuflaban» a los modelos, entre ellos los actores Boy Olmi y Alejandra Darín, bajo la atenta mirada de Liu que, muy concentrado en su labor, dirigía cual director de orquesta a la gente ataviada con camisetas y pantalones pintados entre ocres y amarillos, los colores de la soja.
«La serie de hacerse invisible comenzó en 2005 cuando el gobierno chino modificó partes de Beijing, como los ateliers de los artistas, entre ellos el de Bolin. No les avisaron y cuando él se acercó al resto de los artistas le decían que nadie los escuchaba y que se sentían invisibles», contó Pía Landro, directora de Educación del MACBA, sobre el origen de la obra.
El resultado fue una producción de Bolin frente al derrumbado atelier, donde se pintó igual que el fondo. «Luego toma más vuelo y hace perfomances grupales como ésta donde compró una fotografía de la soja y la unió a 18 modelos de todas las edades, como una reflexión sobre el cuidado del medio ambiente y la salud», agregó Landro.
Mientras una decena de fotógrafos registraba los momentos previos, el artista pedía silencio entre pinceles y bateas. Entre tanto, el público iba y venía alrededor de «Desapareciendo», la exhibición de 40 de sus trabajos de camuflaje realizados a partir de una serie de foto-performances, que se puede visitar hasta el 21 de junio en avenida San Juan 328.
La obra de Liu Bolin estuvo dividida en dos partes: los largos preparativos y dos tomas -una estática y otra con movimiento-. La mirada del público terminó de condensar la reflexión de alguien clave en esta Bienal, cuya directora, Graciela Casabé, definió como «un artista internacional esperado».
«Lo veo como uno más de los que están trabajando, poniendo el cuerpo o llevando el pincel adelante. Es de una humildad absoluta», dijo Casabé, quien remarcó que esta primera Bienal «está teniendo una recepción de público y de profesionales increíble, no esperaba tanto, superó mis propias expectativas. Se ha expandido y sigue sucediendo más allá de la Bienal, habla de una arte vivo que está vivo».
Por su parte, Aldo Rubino, director ejecutivo del MACBA, subrayó la importancia de este momento dentro de la Bienal porque «Liu Bolin es uno de los más reconocidos del mundo, y para el museo es un evento muy importante, es bueno mostrar algo muy distinto».
A pesar de que la colección permanente está ligada a la geometría, dijo Rubino, «hemos incursionado en nuevos rumbos con Liu Bolin y Zhang Dali. Queremos mostrar las nuevas tendencias y lo que surge en Argentina y en el museo. Es un proceso de afirmación a largo plazo» y adelantó que en breve se exhibirán obras de artistas belgas contemporáneos y emergentes.
La foto perfomance «Target», una forma de pensar a los humanos como objetivos de la deshumanización del sistema global, tuvo su capítulo local de la mano de un artista que bajo un manto invisible muestra con contundencia su mirada sobre el mundo de hoy.
fuente/fotos: Télam