Con el propósito de contar a los niños historias de mujeres de América Latina desde un ángulo humano exponiendo sus ideas, su sensibilidad artística, su lucha por la justicia -algo lejano en personajes femeninos de los cuentos tradicionales- acaban de aparecer los primeros títulos “Frida Kahlo” y “Violeta Parra”, de la colección “Antiprincesas”.
A cargo del guionista Nadia Fink y el dibujante “Pitu”, los libros en coedición de la revista Sudestada y el sello “Chirimbote”, explicitan desde el prólogo el interés de poner en primer plano aquellos personajes que “se ensuciaron para crecer y divertirse», y se atrevieron a “saltar obstáculos y dejar una obra que trasciende en el tiempo”.
Sobre ambos títulos de formato apaisado, guiones ágiles, estructura cercana a la historieta, excelente factura gráfica y dibujos a color, Nadia Fink, editora del portal de noticias “Marcha”, y “Pitu”, dibujante de Sudestada e ilustrador.
– ¿Cómo surge la idea de esta colección que va por fuera de los modelos del mercado del consumo?
– Surge con la idea de mostrar historia de mujeres focalizando en el legado que dejaron, esa huella que puede seguirse hasta hoy. Ya lo veníamos haciendo en Sudestada para grandes -Frida y Violeta fueron originalmente notas de tapa de la revista- pero empezamos a pensar en cómo contárselo a nuestros pibas y pibes, de ahí partimos.
– El título de “antiprincesas”, señala ya una inclinación por el antihéroe, incluso de vidas con ribetes trágicos.
– En este caso la “antiheroína”. La idea de lo “anti” no es tanto que desaparezcan las princesas como que haya paradigmas distintos de la vida de una mujer; y sobre todo, las que desafiaron lo establecido; vidas con ribetes trágicos transformadas por el arte y reflejadas en él.
– ¿Puede limitar la ilustración de libros infantiles el tener que trabajar con historias apegadas a la realidad?
– No es tan limitante como se piensa. Si bien al ser un relato “realista” hay que seguir pautas que parecen rígidas, también hay muchas variantes con las que se puede jugar y que tienen que ver con la inventiva: las vestimentas de los personajes, el ángulo desde el cual se observa la acción, el encuadre de la escena, la paleta de colores, etcétera.
– Entre las características de estas “antiprincesas” están su iniciativa y su valor; su capacidad de elegir, de decidir su vida.
– Con hijos e hijas o sin ellos, estas mujeres han sostenido su manera de estar en el mundo, su forma de creer en el arte como una expresión popular, en discusión incluso con lo que era el arte mercantil de su época. La vida que llevaron estuvo ligada a esos ideales.
– En el caso de Frida Kahlo, ¿cómo fue la experiencia de pintar a una pintora, e incluso de replicar algunos de sus cuadros?
– Entrar en su mundo fue muy enriquecedor, al punto de que hoy es una de mis referentes. Antes de encarar el proyecto, mi conocimiento acerca de Frida se limitaba a su figura de icono pop. Al descubrir su mundo pictórico quedé maravillado por sus cualidades plásticas y por la manera en que logra darle a sus obras una voz propia.
– Otra características de Frida y Violeta es su conciencia crítica, su interés por el otro, su lucha por una sociedad más justa.
– Es otro rasgo que nos interesa distinguir respecto de las princesas; ya que nuestras “antiprincesas” son mujeres que no luchan sólo por la felicidad propia, el final perfecto con el príncipe y la puerta hacia la construcción de una familia ideal (y de la realeza); sino que intentan construir con otros y otras.
– En las ilustraciones destacan las manchas de color, la forma de resolver escenarios y personajes y el uso de la perspectiva.
– Intenté darle un estilo vectorial. Si bien boceto con lápiz y papel, todo el proceso de entintado y color, es digital. Traté de utilizar una línea clara y definida y colores planos; dentro de esos parámetros, la elección de los puntos de vista y encuadres los fui variando en base a lo que sentía que el relato de Nadia buscaba transmitir.
– El relato elude la trama lineal, se fragmenta en numerosas voces, incluso un animalito “preguntón” hilvana la trama.
– Tratamos de incluir los nuevos lenguajes relacionados a la tecnología con el que hoy nacen las chicas y los chicos. Afirmar que “no leen” porque no lo hacen con un lenguaje lineal, al modo de nuestra infancia, es subestimarlos. Por eso desde el diseño se intenta jugar con las ventanitas y los disparadores, como animalitos preguntones que interpretan la curiosidad de la infancia.
– Es interesante la integración de contenidos, cómo sintetizan ideas apelando a globos y cartuchos propios de la historieta.
– Al no ser un dibujante virtuoso, utilizo mucho la síntesis en mi laburo, el famoso “menos es más”. Por eso me gusta sumar otros recursos prevenientes de la historieta o el manga, siempre y cuando sean efectivos para el relato.
– Los cuentos tradicionales suelen ser esquemáticos en su representación del bien y el mal, ¿cómo salvaron ese escollo?
– En general, cuando se interpretan cuentos tradicionales, el enfoque de esta disputa se pone en la psicología de la infancia: que cada personaje apunta a representar un temor para que sean superados más naturalmente. Nosotros tratamos que niñas y niños puedan ver en estos libros una realidad más a la mano, más latinoamericana, contradictoria e imperfecta, donde “los malos” son mucho menos tangibles que las madrastras y los ogros.