viernes, noviembre 22

AMÉRICA EN COLORES

Los artistas Analí­a Romero y Nicolás Ramón Boschi, ambos responsables del proyecto «América en colores» en el que recorren la región y plasman en pinturas sus paisajes y culturas, abren el próximo sábado las puertas de su taller en Ciudadela con una exposición que reúne obras de evocaciones de esos viajes y como parte de una concepción que busca «vincular el arte con la vida cotidiana, con el barrio».
«De fuego y de cera» es el título de la muestra que se puede visitar con entrada gratuita hasta el 29 de noviembre en su propio taller (Podestá 3047, Ciudadela) y que se realiza en homenaje al arVista previatista Antonio Pujía, dado que fue él quien les transmitió la técnica de encáustica en pintura que imprime el tono de las casi veinte obras exhibidas.
«Generando exposiciones en el taller aportamos nuestro granito de arena para que el arte esté al alcance de todos, acentuamos la cercanía del arte con el barrio», sostiene  Analía Romero sobre la apertura de su lugar de trabajo.
«En otra oportunidad que abrimos nos dimos cuenta que se sumaba un público que tal vez no se acerca a los espacios específicos, como galerías, ferias o museos», agregó.
Con este ferviente interés de tender puentes desde el arte, la dupla de artistas presenta un mural y «obras de evocación» de los diferentes pueblos de América en los que estuvieron, realizadas en encaústica, «una técnica milenaria aplicada en diversos formatos y soportes, ligada a la naturaleza, a las condiciones climáticas, vinculada al calor, al fuego y al frío», cuenta Romero.
Es que como ahonda su compañero Nicolás Ramón Boschi, «buscamos la perdurabilidad de la obra, desde ese lugar es que investigamos y nos inclinamos por las técnicas que puedan trascendernos y llevar el mensaje de `América en Colores` más allá de nuestras generaciones, desde esta perspectiva concebimos que no estamos trabajando solamente para nuestros contemporáneos sino para las próximas generaciones».
Inspirados en los muralistas mexicanos, los egipcios y el artista Antonio Pujía, además de ventaja de la técnica -«perdurabilidad, vibración del color, posibilidad del volumen e incorporación de diversos materiales», señalan-, los artistas realizan con ésta la primera exposición de encáustica, con un claro objetivo: «evitar que esta técnica vuelva a caer en el olvido».
Desde ese punto de partida de rescate técnico e histórico, la muestra parte de «los caminos andados por nuestra América, cuyas imágenes abren el campo poético y simbólico de la experiencia viajera, están plasmados los paisajes y sus moradores, los cerros y las diversas vegetaciones, las arquitecturas, los festejos, las noches, las soledades, la América en su diversa expresión y a través de nuestra forma de percibirla», señala el artista.
Ocurre que con «América en colores», Romero y Boschi, los dos docentes de bellas artes, se embarcaron en la titánica tarea de «llevar los rasgos de la tierra al ámbito de las artes plásticas» a través de viajes «por los pueblos, las ciudades y las tierras de nuestra América pintando en cada territorio, realizando obras de pequeño formato que sintetizan la esencia de cada lugar apuntando al conocimiento de nuestra América desde lo vivencial».
Por eso, condensa Romero convencida sobre el quehacer de su trabajo artístico, «tenemos la necesidad de registrar a partir de los diversos paisajes las culturas de América, ya que es lo que hace a nuestra identidad» y en este sentido «estos registros sensibles o documentos pictóricos nos permite involucrarnos, ser partícipes de ese contexto que nos atraviesa y nos transforma a través de la vivencia».
Este matiz social y comprometido con el que conciben el arte se traduce además en los murales que montaron en el espacio público, como los siete que decoran las calles del barrio Villa Herminia en Ciudadela. «La pintura mural es la herramienta que encontramos para que el arte forme parte de la vida cotidiana», explica Romero.
De ahí que los artistas, tanto en el espacio público como en sus viajes por la región y en su quehacer artístico en general -la apertura de su taller es expresión de esto-, consideren al arte, «desde los pueblos y para los pueblos, ya que para nosotros el motivo poético y creativo es la convivencia con el contexto, desde donde es gestada la pintura».
Es que en definitiva les interesa, sintetizan los integrantes de «América en colores», «abrir el arte a la vida cotidiana porque nos parece que es una forma de llevar al arte a todos lados, que no se limite solo a ámbitos especializados porque el arte puede ser disfrutado por todos».

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