La posibilidad de levantar un shopping en el barrio de Caballito, lindante con la cancha de Ferro, retomó fuerza en la Legislatura porteña, a dónde podría llegar en los próximos días un nuevo proyecto desde el Ejecutivo que promueve la rezonificación de los terrenos con el propósito de facilitar la obra del centro comercial que contaría con 150 locales.
Según confiaron a fuentes parlamentarias, el proyecto, que por primera vez ingresó a la Legislatura porteña en 2008 y nunca llegó a tener el apoyo de la oposición para lograr ser aprobado, correría distinta suerte en este nuevo intento a raíz de algunas modificaciones que se harán a la redacción original.
En rigor, el Gobierno porteño envió en 2008, 2011 y 2013 el expediente para la rezonificación de los terrenos situados sobre la avenida Avellaneda al 1500, en su intersección con Andrade, que eran parte del club Ferrocarril Oeste y que desde hace 20 años pertenecen a la empresa IRSA, que impulsa la construcción del shopping.
El inconveniente es que el predio tiene solo una autorización para levantar viviendas, de acuerdo al código de planeamiento urbano local, por lo que requiere de una nueva catalogación para la localización de un centro comercial que tendría más de diez pisos de altura, cines y un estacionamiento.
La iniciativa fue resistida durante los últimos ocho años por las fuerzas de la oposición porteña en la Legislatura y también por comerciantes agrupados en la Cámara de Mediana Empresa y organizaciones de vecinos que denunciaron un colapso poblacional en la zona de prosperar el shopping.
«El proyecto del shopping volvería al debate, pero con cambios que tienen que ver con la intención del privado de construir en los terrenos un centro de salud, un jardín de infantes y un espacio verde amplio», precisó un diputado del oficialismo al considerar las posibles reformas en la redacción a fin de conseguir el acompañamiento de la oposición en el recinto.
Es que el proyecto requiere de 40 votos positivos para su sanción inicial, ya que es una ley de segunda lectura, y la bancada del PRO solo cuenta con 28 escaños propios, por lo cual necesita sumar el respaldo de la oposición para concretar la aprobación.
La propuesta ingresada anteriormente planteaba el otorgamiento de normas urbanísticas especiales a la zona y remarcaba el beneficio que tendría el barrio con el shopping al sostener que «en los informes técnicos de los organismos competentes se manifiesta la existencia cierta de un vacío urbano en las adyacencias del Club Ferrocarril Oeste, contribuyendo la puesta en uso del predio a revertir la situación de deterioro del sector».
Al respecto, fuentes que intervienen en la nueva redacción explicaron que «hay un estudio de valoración en la zona que sostiene que cuando hay un centro comercial, también hay más trabajo y más seguridad» y remarcaron que, de avanzar con el proyecto, «tendrán trabajo 2000 personas, de las cuales un 80 por ciento serán del barrio».
Para algunas organizaciones barriales, sin embargo, no resultaría beneficioso la construcción del centro comercial al punto de mantener la resistencia durante todos estos años, sobre todo, en lo vinculado a la infraestructura urbana de la zona, la cual se vio afectada tiempo atrás por la presencia de torres de altura que generaron inconvenientes, por ejemplo, en los desagües cloacales.
«Un mega shopping en el playón ferroviario consume la energía de 40 manzanas», advirtieron durante una reunión vecinal realizada para analizar los pasos a seguir a raíz de la reactivación en la Legislatura del proyecto.