Los changuitos, las bolsas reutilizables y los canastos serán imprescindibles para realizar las compras en la Ciudad de Buenos Aires desde el primer día de 2017, cuando comenzará a regir la prohibición de entregar bolsas de plásticos en supermercados porteños, tal como ocurre en Neuquén, Río Negro, Chubut o Rosario, una medida que apunta a reducir la contaminación.
Generar menos basura y los efectos contaminantes son los principales objetivos de la iniciativa que implica un cambio de costumbres, ya que para ir al super habrá que ser prevenido y llevar objetos propios para transportar la mercadería o comprarlos en el mismo negocio o de camino.
Desde octubre el Gobierno porteño comenzó a regalar ecobolsas, hasta completar el millón, según la información oficial.
Y firmó convenios con algunas empresas, como el Grupo Newsan que se comprometió a entregar 20.000 bolsas reutilizables en el barrio de Saavedra y lanzó una campaña en redes sociales donde concientiza sobre la importancia de reducir el uso de plásticos para bajar el riesgo de anegamientos ocasionados por la obstrucciones de sumideros y arroyos entubados, y minimizar daños en los recursos hídricos.
Chubut incorporó esa práctica en mayo de 2010 y «como toda medida nueva, primero costó un poco, pero la gente se adaptó y fueron millones de bolsas que dejaron de volcarse al medio ambiente lo que es particularmente nocivo para nuestra región, pues por los vientos terminan esparcidas en espacios naturales provocando un fuerte impacto», dijo el ministro de Ambiente local, Ignacio Agulleiro,
Lo mismo opinaron entidades ecologistas patagónicas que destacaron que «el efecto del plástico en general en los espacios naturales no solo es visual, sino que para la fauna es directamente letal. Podemos dar fe porque encontramos restos de plástico en el tracto gastrointestinal de varias especies autóctonas».
En Neuquén no se entregan bolsas plásticas desde 2007, salvo en verdulerías, carnicerías, fiambrerías, rotiserías, pescaderías o fábricas de pastas, que usan las transparentes para el adecuado aislamiento de los productos.
En tanto, la ciudad santafecina de Rosario cumple ocho meses sin bolsas desechables en supermercados, y desde el municipio aseguraron que la medida «es un gran paso contra la contaminación de la ciudad, evitando la circulación de un producto altamente contaminante y que tarda demasiado tiempo en degradarse».
Lo mismo ocurre en Río Negro, que desde 2009 cuenta con el programa de Reducción y Sustitución de las bolsas tipo «camiseta» de polietileno, por lo que es habitual usar las ecológicas o reutilizables, fabricadas en tela, que se encuentran en todas las grandes cadenas de supermercados.
Esta opción es la que ofrece Ecofactory, que fabrica bolsas que «permiten ser reutilizadas más de 20 veces, reemplazando las descartables, y así estamos brindando, no sólo una solución ecológica, también se reduce la basura y el impacto negativo que causan al planeta», señalo Martin Jersonsky, gerente de la empresa.
Cada bolsa reutilizable «permite reemplazar más de 100 descartables. En Argentina se descartan 8.000.000.000 por año, casi 1 millón de bolsas por hora, las 24 horas del día, los 365 días del año. Estas bolsas tardan 400 años en degradarse», agregó el empresario.
Las ecobolsas se venden entre 6 y 15 pesos en supermercados, que hay plegables que pueden costar entre 60 a 350, dependiendo del material y los diseños; que algunos modelos se ajustan al chango del super y se consiguen a 258 pesos el pack de dos unidades.
Existe una gran variedad de changuitos, desde los mas pequeños que cuestan 180 pesos, precio que va subiendo según los detalles, hasta los que se pliegan que alcanzan las cuatro cifras, como los antiguos que usaban las abuelas que cotizan a 2000 pesos.
Hay modelos con asiento incluido que se consiguen por 495 pesos, o al mismo precio están los cuadrados para llevar botellas. También se venden online las ruedas de repuesto a 40 pesos cada una.
Otra posibilidad son los canastos, que se pueden adquirirse a partir de 100 pesos, aunque el promedio es de 350, y una buena opción es comprarlos en ferias artesanales o en casas de provincias.
Según una encuesta del Gobierno porteño, el 63% de los habitantes de la capital argentina ya utilizan un carrito o una bolsa reutilizable para hacer sus compras y casi el 80% de quienes usan las descartables estarían bastante dispuestos a abandonarlas.
Generar menos basura y los efectos contaminantes son los principales objetivos de la iniciativa que implica un cambio de costumbres, ya que para ir al super habrá que ser prevenido y llevar objetos propios para transportar la mercadería o comprarlos en el mismo negocio o de camino.
Desde octubre el Gobierno porteño comenzó a regalar ecobolsas, hasta completar el millón, según la información oficial.
Y firmó convenios con algunas empresas, como el Grupo Newsan que se comprometió a entregar 20.000 bolsas reutilizables en el barrio de Saavedra y lanzó una campaña en redes sociales donde concientiza sobre la importancia de reducir el uso de plásticos para bajar el riesgo de anegamientos ocasionados por la obstrucciones de sumideros y arroyos entubados, y minimizar daños en los recursos hídricos.
Chubut incorporó esa práctica en mayo de 2010 y «como toda medida nueva, primero costó un poco, pero la gente se adaptó y fueron millones de bolsas que dejaron de volcarse al medio ambiente lo que es particularmente nocivo para nuestra región, pues por los vientos terminan esparcidas en espacios naturales provocando un fuerte impacto», dijo el ministro de Ambiente local, Ignacio Agulleiro,
Lo mismo opinaron entidades ecologistas patagónicas que destacaron que «el efecto del plástico en general en los espacios naturales no solo es visual, sino que para la fauna es directamente letal. Podemos dar fe porque encontramos restos de plástico en el tracto gastrointestinal de varias especies autóctonas».
En Neuquén no se entregan bolsas plásticas desde 2007, salvo en verdulerías, carnicerías, fiambrerías, rotiserías, pescaderías o fábricas de pastas, que usan las transparentes para el adecuado aislamiento de los productos.
En tanto, la ciudad santafecina de Rosario cumple ocho meses sin bolsas desechables en supermercados, y desde el municipio aseguraron que la medida «es un gran paso contra la contaminación de la ciudad, evitando la circulación de un producto altamente contaminante y que tarda demasiado tiempo en degradarse».
Lo mismo ocurre en Río Negro, que desde 2009 cuenta con el programa de Reducción y Sustitución de las bolsas tipo «camiseta» de polietileno, por lo que es habitual usar las ecológicas o reutilizables, fabricadas en tela, que se encuentran en todas las grandes cadenas de supermercados.
Esta opción es la que ofrece Ecofactory, que fabrica bolsas que «permiten ser reutilizadas más de 20 veces, reemplazando las descartables, y así estamos brindando, no sólo una solución ecológica, también se reduce la basura y el impacto negativo que causan al planeta», señalo Martin Jersonsky, gerente de la empresa.
Cada bolsa reutilizable «permite reemplazar más de 100 descartables. En Argentina se descartan 8.000.000.000 por año, casi 1 millón de bolsas por hora, las 24 horas del día, los 365 días del año. Estas bolsas tardan 400 años en degradarse», agregó el empresario.
Las ecobolsas se venden entre 6 y 15 pesos en supermercados, que hay plegables que pueden costar entre 60 a 350, dependiendo del material y los diseños; que algunos modelos se ajustan al chango del super y se consiguen a 258 pesos el pack de dos unidades.
Existe una gran variedad de changuitos, desde los mas pequeños que cuestan 180 pesos, precio que va subiendo según los detalles, hasta los que se pliegan que alcanzan las cuatro cifras, como los antiguos que usaban las abuelas que cotizan a 2000 pesos.
Hay modelos con asiento incluido que se consiguen por 495 pesos, o al mismo precio están los cuadrados para llevar botellas. También se venden online las ruedas de repuesto a 40 pesos cada una.
Otra posibilidad son los canastos, que se pueden adquirirse a partir de 100 pesos, aunque el promedio es de 350, y una buena opción es comprarlos en ferias artesanales o en casas de provincias.
Según una encuesta del Gobierno porteño, el 63% de los habitantes de la capital argentina ya utilizan un carrito o una bolsa reutilizable para hacer sus compras y casi el 80% de quienes usan las descartables estarían bastante dispuestos a abandonarlas.