La Secretaría de Derechos Humanos manifestó su profundo pesar por el fallecimiento de la médica e investigadora Eugenia Sacerdote de Lustig, a quien calificaron como «una de las principales referentes en la historia científica de Argentina».
El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; la subsecretaria de Promoción, Marita Perceval; y el subsecretario de Protección, Luis Alén; resaltaron a través de un escrito la carrera de la investigadora emérita del Conicet, de la Universidad de Buenos Aires y del Instituto Malbrán -entre otros- tras su fallecimiento, ocurrido el domingo pasado a los 101 años.
En ese marco, destacaron que Lustig «fue una figura crucial y ejemplo para el campo científico por su extensa trayectoria en investigación en medicina».
Lustig llegó al país en el año 1939 desde Italia, huyendo del nazismo, y desde entonces se dedicó a desarrollar prácticas de cultivo de células vivas de manera estéril, una técnica aplicada para la investigación de distintos tipos de virus y cáncer.
Gracias a sus investigaciones, en el año 1959 se detuvo la epidemia de poliomelitis, a pocos días de recibir en el salón Eva Perón del Senado la medalla conmemorativa del Bicentenario de la Revolución de Mayo 1810, cuya distinción se otorga a personalidades destacadas. En ese homenaje se valoró la larga experiencia de Lustig.