Por Germán Ibáñez
La agrupación Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, más conocida como FORJA por sus siglas, luego de una trayectoria de diez años, decretará su disolución el 15 de diciembre de 1945, en plena eclosión del peronismo.
Los hombres de FORJA, liderados por Arturo Jauretche (y alejados otros miembros originales del grupo para retornar al radicalismo años antes) ya viene haciendo una experiencia de acercamiento al peronismo.
Especialmente Arturo Jauretche, que un tiempo antes, en un escrito publicado con el título «Radicalizar la revolución y revolucionar el radicalismo» anticipa algunas líneas maestras de lo por venir a partir del agotamiento de la Década Infame y del modelo de la Argentina-granja. Luego Jauretche tendrá un trato privilegiado con el entonces coronel Perón (que ya conocía los Cuadernos de FORJA), conversando sobre distintos temas, aunque también se producirán fricciones entre ellos.
Los días que corren entre el desplazamiento de Perón por sus propios camaradas del gobierno militar, que, presionados por la elite oligárquica, lo recluyen en la isla Martín García, y la formidable movilización popular del 17 de octubre de 1945, son fundamentales para comprender la decisión de Jauretche y sus compañeros.
La agrupación acompaña las importantes medidas de nacionalismo económico y justicia social que se han venido implementando, y ante el desplazamiento de su promotor, el coronel Perón, se lanzan a evitar una posible restauración oligárquica.
Arturo Jauretche realiza una serie de gestiones infructuosas, incluso ante el dirigente del radicalismo cordobés Amadeo Sabattini, para que el radicalismo no quede pegado a la derecha y se produzca un acercamiento con Perón.
En ese marco, se produce la movilización obrera-popular del 17 de octubre, desbordando incluso a las dirigencias sindicales que habían convocado a una huelga general para el día 18. Es conocida la anécdota de un militante radical ligado a los trabajadores que le pregunta a Jauretche qué hacer ante la movilización popular «Agarrá la bandera y ponéte al frente» es la respuesta decidida de Jauretche. La agrupación FORJA acompaña el pronunciamiento popular y emite un comunicado la misma tarde del 17 de octubre, apoyando a los obreros y aclarando su posición.
En los meses sucesivos se instala decisivamente la candidatura presidencial de Juan Perón y se profundiza el debate en el seno de FORJA. La mayoría de sus integrantes se identifica claramente con el nuevo movimiento político y se apresta a insertarse en él.
Por otra parte, ya los forjistas han comprendido que su rol en los años previos fue fundamentalmente ideológico y que no alcanzaron a convertirse en un agrupamiento con peso político propio. La reunión del 15 de diciembre será decisiva y la resolución señalará con claridad la postura del grupo: «La Asamblea General de FORJA, considerando: 1) la resolución de la misma, de fecha 17 de octubre de 1945, en solidaridad con el movimiento popular de esa jornada y las siguientes, 2) la identidad de la gran mayoría de sus miembros con el pensamiento y la acción popular en marcha y su incorporación al mismo, declara: 1) que el pensamiento y las finalidades perseguidas al crearse FORJA están cumplidas al definirse un movimiento popular en condiciones políticas y sociales que son la expresión colectiva de una voluntad nacional de realización cuya carencia de sostén político motivó la formación de FORJA ante su abandono por el radicalismo y resuelve: la disolución de FORJA dejando en libertad de acción a sus afiliados».
En la historia que sigue, estos hombres tendrán un papel relevante, enriqueciendo el cauce ideológico del nuevo movimiento.