El presupuesto 2019 presentado por el Ejecutivo porteño reduce las partidas para educación pública, salud y servicios sociales, pero no escatima gastos para la consecución de obras triviales para los vecinos pero oportunas para la especulación inmobiliaria, tal es el caso del proyecto presentado a la Legislatura porteña para vincular los barrios Recoleta con 31 y 31 bis a través de una plataforma elevada por encima de las vías férreas. Allí se instalarán, las oficinas del BID, habrá espacios públicos y recreativos.
En la sesión del 11 de octubre de este año, Legislatura de la ciudad aprobó, en «primera lectura» un proyecto oficial para permitir la construcción del «Edificio Puente BID», donde funcionarán las nuevas oficinas del Banco Interamericano de Desarrollo en medio de parques y pasos peatonales de acceso público. La obra será costeada por el organismo multilateral de crédito y vinculará la zona de Recoleta (a la altura del Centro de Exposiciones y aledaño a la Facultad de Derecho) con el barrio Padre Carlos Mugica (villas 31 y 31 bis, en proceso de reurbanización). Se levantará una estructura por encima de la futura traza de la Autopista Illia y de las vías férreas con terminales en Retiro. Se trata de un puente con edificios, calles peatonales y espacios verdes que se emplazará perpendicular a los rieles ferroviarios a lo largo de unos 200 metros.
Lo aprobado por los legisladores porteños autoriza al gobierno local a concederle a la administración nacional el uso gratuito de ese espacio durante cien años a fin que lo transfiera exclusivamente al BID, para la construcción y usufructo del edificio puente.
Actualmente el BID tiene su sede en calle Esmeralda 130. «Se han producido negociaciones entre la Agencia de Administración de Bienes del Estado Nacional y el BID tendientes a llevar adelante la relocalización de su actual sede, manifestando éste último su intención de construir, para ello, el denominado Edificio Puente BID», explicaron los fundamentos del proyecto enviado por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad.
«Dicha obra de infraestructura comprende la construcción de un puente peatonal con oficinas en su interior y un parque público en su superficie, que conectará el macrocentro con el barrio 31 y 31 bis. El mismo estará emplazado por sobre las vías del ferrocarril y ocupará superficies de dominio del Estado Nacional y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires», agregaron los considerandos.
El primer artículo de la ley aprueba un convenio suscripto entre el gobierno de la Ciudad y la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) nacional. Luego, «autorízase al Poder Ejecutivo a otorgar al Estado Nacional una concesión de uso gratuito sobre la superficie determinada en el Anexo I de la presente, por un máximo de cien (100) años y mientras dure su afectación al desarrollo y funcionamiento del Edificio Puente BID. El Estado Nacional, previa autorización del Poder Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, podrá ceder en todo o en parte dichos derechos, exclusivamente al Banco Interamericano de Desarrollo, para el cumplimiento del proyecto Edificio Puente BID”.
El artículo tercero autoriza el emplazamiento en sí del edificio puente y el cuarto estipula que se «deberá garantizar la libre circulación y el uso público y gratuito de la terraza del Edificio Puente BID y de los accesos a la misma, a los fines de lograr la vinculación física peatonalmente de ambos extremos del puente. La terraza del edificio deberá configurarse como techo verde de acuerdo a lo establecido en la normativa de edificación. El mantenimiento de la misma estará a cargo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires».
La norma también dispone los correspondientes cambios de zonificaciones catastrales para permitir la obra.
El convenio con la AABE, que forma parte de la ley como anexo, dice que el Gobierno de la CABA «tomará a su cargo el cuidado, conservación, mantenimiento y seguridad de la superficie del edificio puente que resulte afectada a espacio público, incluyendo el parquizado, luminarias y demás accesorios».
El proyecto llegó al recinto de sesiones con despacho conjunto de las comisiones legislativas de Planeamiento Urbano y de Presupuesto, que presiden las diputadas Victoria Roldán Méndez y Paula Villalba (VJ), respectivamente. Se debatió conjuntamente con el proyecto de urbanización de los barrios 31 y 31 bis, aunque ambas iniciativas se votaron por separado. Fue aprobado en primera lectura por 46 votos positivos de Vamos Juntos, Partido Socialista, Bloque Peronista, Evolución y Gen, y 12 votos negativos de Unidad Ciudadana, Frente de Izquierda y de los Trabajadores y Autodeterminación y Libertad.
Victoria Roldán Méndez (VJ), presidenta de la comisión legislativa de Planeamiento Urbano, habló como miembro informante sobre los detalles del proyecto. Las críticas surgieron desde las bancadas de izquierda y Unidad Ciudadana. Carlos Tomada (UC) dijo que el puente va a obligar la relocalización de parte de los vecinos del barrio Padre Mugica, afectará también un sector del centro de exposiciones recientemente construido y «es un proyecto poco oportuno y poco pertinente», resumió. Patricio del Corro (PTS-FIT) ironizó que «para el BID hay un regalo por cien años y para los vecinos de la villa hay hipotecas» y Fernando Vilardo calificó de «provocación» a esa obra planificada. Roy Cortina (PS) refutó con vehemencia los cuestionamientos opositores.