El presupuesto 2019 presentado por el Ejecutivo porteño propone finanzas equilibradas, déficit cero, gasto social y reducción del impuesto sobre Ingresos Brutos. El total de ingresos y egresos previstos supera los 321 mil millones de pesos.
Pero el mayor peso lo deberemos soportar los vecinos de la Ciudad, con alza de entre el 34% y el 38% en la tasa del ABL, un incremento del 25% de las patentes, la posibilidad cierta extender la red de parquímetros a todos los barrios de la Ciudad y una tremenda reducción en las partidas para educación pública y salud.
El proyecto de Presupuesto para el ejercicio de 2019, diseñado por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, que se estudia en las comisiones de Presupuesto, Hacienda, Política Tributaria y Administración Financiera del Poder Legislativo de la Legislatura porteña, prevé un incremento del 26% respecto de los gastos y recursos de 2018 y totaliza un monto de 321.457 millones de pesos.
Al respecto el legislador de Unidad Ciudadana, Mariano Recalde, analizó el presupuesto 2019 presentado por el Ejecutivo porteño. “Por primera vez en muchos años, el Gobierno porteño presentó un presupuesto de ajuste que reduce, en términos reales, las previsiones de recaudación y de gastos. Mientras proyecta una inflación mayor a 34%, que en la práctica seguramente será más alta, estima un crecimiento de los recursos y los gastos de sólo el 26%”, dijo.
La iniciativa oficial sostiene que «por segundo año consecutivo se plantea un cálculo financieramente equilibrado, sin déficit», con un superávit primario de 25.815 millones de pesos, sin incluir los intereses de la deuda. Vale tener en cuenta que los vencimientos de deuda pública en 2019 son por 270 millones de dólares. “El único rubro que no cae en este presupuesto -observó el legislador Mariano Recalde- es el de los intereses de la deuda: en 2013 fueron del 1,6%, en 2018 del 5,9% y en 2019 será de 8,1%. Acá es donde se ven las prioridades de este Gobierno, que sin duda son absolutamente distintas a las nuestras”.
Según el Ejecutivo porteño 51 % de lo estipulado como gasto de capital es «inversión en las áreas sociales», incluyendo en esta variable: Educación, Salud, Desarrollo Social, Vivienda y Cultura. Esto se traduce en una inversión total de tan sólo el 16,3% del Presupuesto en las áreas mencionadas. “Pero lo peor es que achica principalmente las partidas destinadas a los sectores que más necesitan de la inversión pública. En un momento de recesión económica, de aumento de la pobreza y del desempleo, gran parte de este ajuste recae sobre los salarios de los trabajadores públicos y sobre las partidas destinadas a vivienda (-7%), a trabajo (-20%), educación (-3%) y salud (-2,7%)”, expresó Mariano Recalde.
Respecto al plan de inversiones en infraestructura el proyecto de Presupuesto 2019 contempla una gasto de 51.640 millones, más 4.033 millones en obras en la red de subterráneos. También se prevé obras de urbanización en la Villa 31, Villa 20, Rodrigo Bueno, la zona de Acumar (Riachuelo), como también para la “puesta en valor” los nuevos edificios del Ministerio de Educación y del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, y la realización de obras hidráulicas incluyendo la finalización del segundo emisario del Arroyo Vega. Los desembolsos de créditos para obras de infraestructura se previeron en 187 millones de dólares.
“Es un presupuesto que ajusta, fomenta la desigualdad social y empeora la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas», terminó diciendo Mariano Recalde.