lunes, noviembre 25

ETERNO PEDRO LEMEBEL

La madrugada del 23 de enero de 2015 partía Pedro Lemebel, referente de la literatura homosexual y contestataria, escritor y artista chileno.
Emblema de la transgresión y portador de una pluma barroca, crítica y voluptuosa.  Lemebel (nacido en 1955 como Pedro Mardones) escribió las crónicas «La esquina es mi corazón», «Loco afán, «De Perlas y cicatrices» y «Adiós Mariquita Linda» y la novela «Tengo miedo, torero».
En 1987, junto con Francisco Casas, formó el colectivo de arte Yeguas del Apocalipsis, un trabajo atravesado por el recurso de poner el cuerpo, con el que realizó, desde los márgenes, performances, travestismo, fotografía, video e instalación; pero también reclamos de memoria, por los derechos humanos y la sexualidad.
«Las Yeguas.. » se caracterizaron por sabotear lanzamientos de libros y exposiciones de arte, al aparecer de manera sorpresiva y provocadora, durante la transición democrática chilena, luego de la dictadura militar, por lo que se configuraron en el país como un fenómeno de la contracultura.
En ese entonces, el creador chileno decidió abandonar su apellido paterno, Mardones, haciendo uso desde entonces únicamente de su apellido materno: Lemebel.
En una entrevista posterior, realizada en 1997, el mismo escritor explicó su cambio de nombre en estos términos: «El Lemebel es un gesto de alianza con lo femenino, inscribir un apellido materno, reconocer a mi madre huacha desde la ilegalidad homosexual y travesti».
En 1995, Lemebel publicó su primer libro de crónicas, «La esquina es mi corazón», en el que aparecen «locas, maricas, maricones, travestis» que protagonizan «historias dedicadas a revelar un mundo secreto de perdedores, marginados y homosexuales, situadas en el centro de la ciudad de Santiago, en medio del comercio sexual clandestino y los saunas de mala muerte».
En 1998 publica «De perlas y cicatrices», donde reúne algunos textos ya publicados en periódicos y revistas, donde aborda el tema de la memoria y analiza la historia reciente chilena a través de un conjunto de retratos, atmósferas, paisajes que fueron parte integrante de la oscuridad y el horror de una época.
Su primera novela, «Tengo miedo torero» (Seix Barral), apareció en el año 2000 y cuenta el amor de un homosexual con un joven universitario que planea un atentado contra Pinochet.
Su obra narrativa se completa con la colección de relatos «Incontables» (1986) y los libros de crónica «Loco afán (crónicas de sidario)» (1996), «Zanjón de la Aguada» (Seix Barral, 2003), «Adiós mariquita linda» (2005), «Serenata cafiola» (Seix Barral, 2008) y «Bachiami ancora forestiero» (Italia, 2008).
Lemebel participó de la Bienal de La Habana en 1996 y brindó conferencias en la Universidad de Harvard en 2004, la Universidad de Stanford en 2007 y la Universidad de San Marcos en 2003.
En 2006 la Casa de las Américas dedicó una semana a homenajearlo. Además, recibió el Fondo de las Artes y la Creación del Ministerio de Cultura de Chile para proyectos de creación, la beca Guggenheim en 1999 y el premio Anna Seghers, en Berlín, durante 2005.
En los últimos años sus obras han sido adaptadas al teatro y a registros audiovisuales. Ha sido traducido al inglés, alemán, italiano y francés.
Se han realizado dos estudios críticos de su obra, el primero realizado por Fernando Blanco, «Reinas de otro cielo» (2004), y el segundo, por la Universidad de Stanford, «Pedro Lemebel» (2009).
En 2013 fue galardonado con el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, instituido en 2001 por la Universidad de Talca en memoria del autor que le da nombre, por lograr “una representación heterogénea y compleja de la sociedad chilena, en la que inscribe las imágenes de género y clase social, con una importante proyección hacia el resto de la sociedad», destacó el jurado.
Lemebel visitó la ciudad de Buenos Aires en reiteradas oportunidades, entre ellas se destacan su presencia en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2014 y en el Festival Internacional de Literatura Buenos Aires 2013.
«Fue un creador incansable», dijo hoy en La Moneda la presidenta Michelle Bachelet, quien definió a Lemebel como «un luchador social y un defensor de la libertad, que representó a los marginados y a los olvidados».
«Es un imprescindible para Chile», dijo en tanto la ministra de Cultura, Claudia Barattini, que fue amiga del autor y compartió con él un programa radial hace algunos años.

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