El Gobierno nacional pondrá en marcha un proyecto piloto en el Barrio 31 (ex Villa 31 de Retiro) a fin de desarrollar estrategias y medidas de mitigación para reducir los impactos de Covid-19 en los asentamientos urbanos informales, tanto en emergencias como en recuperación, para lo cual el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgará US$ 387.000 en concepto de cooperación técnica, es decir, como aporte no reembolsable.
Al informar sobre la operación, el BID destacó que “actualmente existe poca evidencia teórica o empírica para explicar qué mejores prácticas se adoptarían en una pandemia de este tipo en los asentamientos informales, a fin de evitar o minimizar los riesgos de contagio”.
Como referencia de la iniciativa, destacó el banco, un modelo de propagación de la gripe desarrollado para villas en la ciudad de Delhi (India) “demuestra que, debido a las características de estos asentamientos, el aislamiento social es muy difícil de implementar y puede ser mucho menos efectivo que la vacunación contra el virus”.
El BID advirtió que ante una situación como la actual, donde no hay posibilidad de inmunización masiva a corto plazo y se desconoce la duración real de la crisis, «las estrategias y medidas de mitigación deben centrarse principalmente en la participación de la población, en su conciencia de los posibles efectos de la pandemia en sus familias, la adopción de pautas de salud recomendadas, la detección temprana de la enfermedad y garantizar el acceso continuo a los alimentos y servicios de salud para todos sus residentes”.
Los resultados y las lecciones aprendidas a partir de la implementación de la cooperación en Barrio 31 serán considerados para replicarlos en otras operaciones que el Banco Interamericano está implementando en vecindarios y asentamientos informales existentes en la Argentina y, eventualmente, en otros países de la región.
El componente 1 del proyecto tendrá como objetivo financiar con US$ 92.000 el diseño y la implementación de una estrategia de resiliencia y apoyo de emergencia para los asentamientos informales, con un enfoque específico en las medidas de mitigación de la propagación pandémica, aplicable en contextos con altos niveles de hacinamiento y escasez de servicios públicos.
El mayor aporte, de US$ 220.000, se destinará al componente 2, que alentará el aprendizaje en el desarrollo de una gestión de emergencias y la preparación para la recuperación de Covid-19, a través de acciones para garantizar su implementación.
Por último, el componente 3 del proyecto (con recursos por US$ 75.000) consistirá en la difusión del conocimiento operativo y su aplicabilidad al resto de los asentamientos informales en otras ciudades, explicó el BID.