Los documentales “La muerte y la vida de Marsha P. Johnson” y “Stonewall Uprising” retratan los sucesos que tras una redada y represión policial desencadenaron una ola de protestas en Nueva York que dieron nacimiento al Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+ del que se cumplen 51 años.
Los disturbios en el bar Stonewall Inn, ubicado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village, comenzaron el 28 de junio de 1969 luego de una fuerte redada y represión policial contra los asistentes al pub. A partir de allí se dieron lugar una serie de marchas y manifestaciones de protesta contra el accionar policial.
Para reconstruir el contexto que atravesaban esas minorías en Estados Unidos y que desencadenó la revuelta, el documental de Netflix “La muerte y la vida de Marsha P. Johnson” (2017) ofrece un panorama a través de un recorrido por el recorrido de la activista (1945-1992).
El documental dirigido por David France, un reconocido periodista norteamericano con larga trayectoria en la investigación sobre temas de la comunidad LGBTIQ+, narra la historia de Johnson, una mujer transgénero afroamericana que tuvo un fuerte activismo en la ciudad de Nueva York.
Johnson fue musa de Andy Warhol, levantó la voz por las trans que eran perseguidas, acosadas y víctimas de travesticidios que pocas veces eran investigados y junto a otra mujer activista trans, Sylvia Rivera (1951-2002), formaron la “Casa Star”, (Revolucionarias Activistas Travestidas Callejeras, por sus siglas en inglés), un espacio que daba cobijo a drag queens, travestis y gays y lesbianas sin hogar.
El 6 de julio de 1992 el cuerpo de Marsha fue hallado flotando a orillas del río Hudson y la causa de su muerte fue caratulada como un suicidio, hecho que sus allegados niegan. Luego de más de veinte años, el caso se reabrió para ser esclarecido.
En el caso del filme “Stonewall Uprising” (2010), dirigido por Kate Davis y David Heilbroner, se recopila material audiovisual de las décadas del ´50 y ´60 acerca de la propaganda norteamericana sobre la homosexualidad, su concepción como enfermedad mental y el mensaje condenatorio para todas las personas del colectivo.
Además cuenta con los testimonios de algunas de las personas que estuvieron presentes la noche de los incidentes, quienes explican el tipo de vida marginal, casi clandestina, que debían llevar para no ser encarceladas, y la fuerte presión de la policía de Nueva York, que las hostigaba y perseguía.
Detectives de la policía neoyorquina, drag queens, muchachos que habían sido expulsados de sus hogares y vivían en la calle, periodistas, activistas lesbianas, entre más, acercan las piezas del colectivo que esa dramática noche se enfrentó a las fuerzas policiales para decir basta al continuo asedio del que eran víctimas.
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