por Diego Boris *
El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri vetó la ley de Regimen de Reconocimiento a la Actividad Musical, que con el número 4021 fue aprobada por los 45 legisladores presentes (17 del PRO), el 24 de noviembre pasado a instancias de un proyecto de la diputada Silvina Pedreira.
La Ley permitía la posibilidad de retribuir con una remuneración mensual a músicos que, en edad avanzada o con grandes dificultades salud, no disponen de ningún ingreso que les garantice un mínimo de posibilidades de subsistencia.
Esta norma establecía límites muy claros, no sólo para poder acceder a ese beneficio, sino también a la cantidad de músicos que podían recibirlo (no más de 20).
Recordemos que en la ciudad de Buenos Aires ya existe una Ley similar para los escritores, y eso tira por tierra el argumento de Macri de sostener que esta Ley crearía desigualdad con otros sectores de la Cultura. Al contrario, el veto crea esa asimetría.
A esta altura ya no llama la atención que Macri deje sin efecto una norma que trata de proteger a la cultura a través de sus realizadores.
¡Lo que sorprende es que Macri considere que todos los legisladores del PRO son incapaces!
¿Por qué este análisis tan duro? Es simple: Macri veta una Ley que votaron sus propios legisladores, esta norma fue analizada y también votada por el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Legislatura el Macrista Álvaro González.
Para Macri parece ser que Álvaro González no sabe hacer las cuentas, por eso él tuvo que vetar la Ley, y de paso asciende a Álvaro González a subsecretario del Ministerio de Gobierno (la esquizofrenia es PRO, Parte 2).
Para los músicos que participamos de la UMI es muy importante poder diferenciar Estado, de Gobierno, y es por eso que decidimos tratar de participar de las políticas de Estado en cuanto a su relación con la Música, ya sea a nivel Nacional (Ley de Medios, Ley de la Música, Canal Estatal de Música en la Televisión Digital Terrestre), o a nivel local (Ley de Régimen de Concertación para la Actividad Musical no Oficial y esta Ley recientemente vetada) pero es muy difícil poder confiar en algunos funcionarios, cuando son ellos mismos los que vacían de contenido ético y moral las Instituciones que declaman defender.
Desde la UMI (Unión de Músicos Independientes) y desde la FA-MI (Federación Argentina de Músicos Independientes) seguiremos trabajando para mejorar las condiciones en las que se hace música en nuestro país, porque estamos convencidos que las sociedades tienen derecho a hacer política cultural a través de sus artistas. ¡Y es el Estado el que debe brindar herramientas para que eso suceda!
Señor Jefe de Gobierno Mauricio Macri, ¡los músicos no vamos a olvidar la lamentable decisión que acaba de tomar! Los derechos no se recitan ¡Se conquistan!
* Diego Boris es presidente de FA-MI (Federación Argentina de Músicos Independientes)