“Buenos Aires Ciudad Galería”, así se denomina la muestra del artista y realizador Stanley Gonczanski que se presenta este jueves a través de carteles publicitarios distribuidos a lo largo de distintos barrios porteños.
Se trata de una original selección de obras satíricas que recrean figuras históricas intervenidas digitalmente bajo los parámetros del arte figurativo clásico, como un Napoleón montado sobre un caballito de madera o un conjunto de personajes suspendidos en burbujas que flotan sobre una aristocrática sala.
Gonczanski es un cineasta, director creativo e ilustrador argentino radicado en Chile desde hace varios años. Ganador de un Premio MTV Music Video Awards por el videoclip “Ella usó mi cabeza como un revólver” -que realizó para la mítica banda Soda Stereo- le propuso a una empresa de cartelería urbana ocupar espacios vacíos con las obras de su serie Almost Classic, integrada por más de 900 creaciones que comparte en su cuenta de Instagram.
En su deseo de intervenir el espacio urbano, el artista utiliza carteles publicitarios que se integran con facilidad al lenguaje de la ciudad y generan una presencia disruptiva en el panorama gráfico de la urbe. Más allá de sus objetivos concretos –sorprender o concientizar, confrontar o procurar la participación de la gente- la obra funciona como una convocatoria abierta para hacer partícipes del arte a un público masivo que no suele transitar el circuito de galerías y museos.
“El 2020 ha sido un año que no nos ha regalado nada, la realidad nos encerró, y sobrevivir se ha transformado en un arte. El tiempo de encierro ha generado espacio para imaginar, mientras la ciudad se quedaba sin imaginación», explica Gonczanski.
Y acota: «Soñé con convertir a los carteles publicitarios vacíos en una galería de arte urbana, con espacios que regalen segundos de belleza porque sí. Algunas de mis obras revitalizarán esquinas, techos, calles y autopistas, es mi forma de imaginar y querer a mi ciudad y a los que la vivimos y amamos”.
La muestra está compuesta por 10 obras que serán emplazadas en distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires y en las cuales la estética del arte clásico se ve interpelada por la mirada satírica aplicada a algunos detalles, como aquella en la que se ve a un imperturbable Napoleón montado en un caballito de madera, o la que exhibe el miriñaque de un vestido convertido en una jaula que esconde a un caballero.
El relato visual del artista desnuda el establishment de la nobleza, con obras de arte que habitaban en galerías particulares y en salas de palacios de reyes y cortesanos, resignificadas ahora bajo el formato de un collage visual que traza conexiones con la sociedad contemporánea.