Con votos del oficialismo y bloques aliados la Legislatura porteña aprobó el proyecto de Presupuesto 2021 con gastos que superan los $612 mil millones, y prevé un nuevo impuesto a las compras con tarjetas de crédito y una suba en la alícuota de Ingresos Brutos al sector financiero para «compensar» la baja de fondos de la Coparticipación.
El debate se que se llevó a cabo el jueves 10 de diciembre, durante la última sesión ordinaria del año, se extendió por más de cuatro horas, oficialismo y aliados sancionaron un paquete de leyes entre las que se encuentran el Presupuesto General de Gastos y Cálculos de Recursos, la de Código Fiscal – que regula las cuestiones tributarias- y la Tarifaria, que contiene las tasas impositivas.
Desde Juntos por el Cambio, la alianza electoral que lidera Horacio Rodríguez Larreta, defendieron cada una de estas iniciativas argumentando que se trata de un presupuesto de contingencia. En tanto que desde el arco opositor aseguran que estos ajustes impactarán sobre los sectores más vulnerables.
En rigor, 39 legisladores y legisladoras que aprobaron este paquete: el interbloque oficialista y las bancadas del la UCR-Evolución, Socialismo, GEN y Consenso Federal; en tanto que 20 diputados del Frente de Todos, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores y de Autodeterminación y Libertad se manifestaron en contra.
También avalaron, con la misma cantidad de votos a favor y en contra, que el Ejecutivo emita en el mercado local títulos de deuda por un valor de hasta $15 mil millones para la cancelación de obligaciones con proveedores contraídas por el sector público de la Ciudad.
A instancias de una propuesta de Juntos por el Cambio, se aprobó la salida del distrito de los alcances del Consenso Fiscal del 2017 impulsado durante la presidencia de Mauricio Macri, el cual iba a comenzar a regir en la jurisdicción tras la decisión de no firmar el acuerdo alcanzado entre la Nación y las provincias argentinas.
Desde su presentación ante la Legislatura a fines de noviembre, con dos meses de atraso, el Gobierno porteño definió al Presupuesto como un proyecto «de contingencia y con medidas transitorias».
La explicación de tal calificación responde a que es un plan diseñado para equilibrar las cuentas que estaban planificadas previamente a la decisión del Gobierno nacional de redirigir un porcentaje de la partida de la Coparticipación que percibía la Ciudad, que fue calculado en $52.000 millones.
Para ello, fijaron para el 2021 «la suspensión, ralentización y postergación» de obras, un mantenimiento «mínimo y esencial del espacio público” y la revisión de “los grandes contratos y servicios que brinda la Ciudad”, como el de la recolección de residuos.
Determinaron cambios impositivos a partir de la eliminación de la exención sobre los Ingresos Brutos a las Letras de Liquidez (Leliq) y a las operaciones de pases y la implementación del impuesto a los Sellos a las tarjetas de crédito, que implicará una suba del 1,2% en el total de los resúmenes bancarios.
A último momento, el oficialismo porteño sumó, dentro de la ley Tarifaria 2021, una modificación que consiste en incrementar del 7% al 8% la alícuota del Impuesto sobre los Ingresos Brutos al sector financiero para sumar una partida de $13 mil millones para equilibrar la merma que tendrán a partir de la sanción en el Senado nacional del cambio en el financiamiento de la Policía de la Ciudad.
Lo cierto es que el Presupuesto 2021 se regirá con las mismas variables macroeconómicas del Presupuesto nacional, donde se contempla una variación de la actividad económica del 5,5%, un tipo de cambio de $102,4 hacia fin de año y una variación en el nivel de precios del 29%.
En este sentido, el comportamiento al impuesto Inmobiliario/ABL, se continuará aplicando la metodología implementada durante el corriente año, a través de la cual la actualización de este tributo estará en línea con la inflación.
Al respecto, el diputado Leandro Santoro acusó a la administración porteña de «victimizarse y decirle a los porteños y las porteñas que no tuvo más remedio que hacer un ajuste que lo van a pagar los más humildes y los trabajadores. Eso es mentira y eso se llama ´macrismo explícito´: ajusta, genera recesión y le echa la culpa a los otros».
La legisladora del FdT María Rosa Muiños aseguró que el Presupuesto 2021 es un proyecto que «perjudica a la mayoría y beneficia a la minoría» de los ciudadanos y pidió que excluyeran los tributos, como el que grava los gastos con tarjetas de crédito emitidas en la Ciudad, al considerar que «no hacen falta».
Desde el oficialismo porteño, el diputado Claudio Romero, que preside la Comisión de Presupuesto, dijo que «no era el proyecto que queríamos, pero nos vimos obligados a hacerlo para mantener en orden las finanzas» y consideró que «esta quita no es para Rodríguez Larreta ni para el espacio político, sino es al corazón de la autonomía» de la Ciudad.
El legislador Juan Francisco Nosiglia, del bloque UCR-Evolución, por su parte, dijo que «este no es un presupuesto de contingencia, sino de emergencia» y puntualizó que «la quita alcanza alcanza los 65.000 millones de pesos para 2021, más de la mitad de la inversión en educación que la Ciudad prevé para ese año. Hoy sancionamos un código fiscal y una ley tarifaria que son la respuesta a esta situación».
Un día antes del tratamiento en la Legislatura del proyecto de Presupuesto 2021, el Ejecutivo porteño incrementó un punto la alícuota del Impuesto sobre los Ingresos Brutos al sector financiero del 7% al 8%.