sábado, noviembre 23

LA UNIÓN DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN PIDE LA SUSPENSIÓN DE LAS CLASES PRESENCIALES EN LA CABA

A contramano de las declaraciones vertidas por el Ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera), el sindicato docente con más afiliados de la ciudad de Buenos Aires, reclamó al Gobierno porteño que «ante el crecimiento exponencial de casos» de coronavirus «suspenda provisoriamente el dictado de clases presenciales».

«Al día de hoy, con todos los semáforos en rojo, con el sistema de salud privado colapsado, con el hospital de nuestra propia obra social al límite de sus posibilidades de atención, pedimos que se restrinja la circulación de la cantidad de chicos, chicas y familias que transitan diariamente la ciudad para llegar a las escuelas», planteó la secretaria de Comunicación del gremio, Paula Galignana, en declaraciones a El Destape radio.

Desde la organización gremial argumentaron que con el nivel de contagios que hay, en la Ciudad, que supera los  2000 casos diarios, es imposible detectar cuales son las fuentes de contagios. Por otra parte, si el contagio se produjo en el transporte público, yendo a la escuela, o adentro de la burbuja, es exactamente lo mismo, porque la circulación del virus sigue multiplicándose.

En este sentido, Galignana subrayó que en la Ciudad «hay docentes fallecidos, hay auxiliares (de escuela) fallecidos, que son los que lamentablemente han tenido más pérdidas». Consignó además que en el distrito han sido detectados «arriba de 1500 docentes» como Covid positivo, y que hace unos días, «previo a que comience este aumento exponencial de casos», el número era de «1215».

«Ni los chicos ni los docentes se teletransportan dentro de la burbuja, sino que circulan por la ciudad de Buenos Aires, y tienen contacto con sus padres, que también trabajan, con sus madres, que también trabajan, con personas de riesgo», señaló la gremialista docente.

Desde UTE-Ctera también advirtieron que los protocolos de prevención de contagios en muchos casos son insuficientes o no se cumplen correctamente y asimismo denunciaron que directores y directoras de escuelas porteñas están recibiendo «muchas presiones para ocultar datos, para no cerrar, para minimizar la cantidad de burbujas que se afectan por una determinada situación», alertó Galignana.

«Hay 494 burbujas afectadas en la última semana», dijo. «Cada burbuja es, generalmente, medio grado, pero según las circunstancias, según las escuelas, porque hay edificios escolares en los que los grados se han tenido que organizar tres, o incluso más burbujas», detalló.

Hace una semana UTE- Ctera presentó ante la cartera de educación porteña un informe done trasmiten todas estas inquietudes y el resultado del relevamiento realizado por ese gremio en cada escuela de la Ciudad . «Tenemos reuniones pero hay poco diálogo», señaló Caligana y agregó: No tenemos mucha respuesta. Incluso la semana pasada elevamos una nota directamente al jefe de gobierno (Horacio Rodríguez Larreta) para que nos reciba él, para que dé respuesta sobre alguna de las cuestiones que planteamos».

Otros de los requerimientos de esta comunidad educativa es que el Gobierno porteño no discontinúe el testeo masivo, ni el plan de vacunación docente.  «Lo venimos planteando -recordó Galignana- desde el momento en que se desviaron la mitad de las 33.000 vacunas para otros destinos, porque de esas 33.000 vacunas que el gobierno nacional había definido que eran para vacunar a docentes, el gobierno de la ciudad desvió para otros fines 17.000 y sólo se aplicaron (a docentes) 13.000».

«Esas 17.000 no las aplicó y las entregó a obras sociales o a otros grupos, se aplicaron 13.000 y ahí quedó frenada la vacunación docente», puntualizó la representante de UTE-Ctera.

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