domingo, noviembre 24

POLÉMICO INICIO DE CLASES PRESENCIALES EN LA CABA

La vuelta a la escuela

Un total de 290.000 estudiantes de nivel primario vuelven a la presencialidad plena en las escuelas públicas y privadas de la Ciudad de Buenos Aires, como parte de «un plan gradual y cuidado» en el marco de levantamiento de restricciones implementadas por la pandemia de coronavirus, informó el Gobierno porteño.

Además, se suman «otros niveles como la Educación Especial y los estudiantes del Nivel Superior no Universitario, de las escuelas para adultos y de los centros de formación profesional», señaló un comunicado.

Para la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, se trata de 290.000 chicos que, «recuperan su horario de clase completo, como antes de la pandemia, y van a poder encontrarse con todos sus compañeros porque la burbuja pasa a ser el aula completa, con lo cual hay chicos que no se ven hace mas de una año y medio».

Este plan se inició el 4 de agosto, cuando volvieron a la rutina habitual los alumnos de 4° y 5° año de secundaria y los de 5° y 6° año de secundaria técnica, mientras el pasado lunes se sumaron los chicos de 1°, 2° y 3° año de secundaria y de 1° a 4° año de las secundarias técnicas. En tanto, el 23 de agosto retomarán las clases presenciales las alumnas y alumnos de Nivel Inicial.

El nuevo protocolo de clases establece que la burbuja «pasa a ser el aula completa de cada sala/grado/año/curso» y que «entre los diferentes grupos burbujas se deberá respetar la medida de distanciamiento social de al menos 1,5 metros». A su vez, cada estudiante tendrá un lugar fijo e inmodificable en el aula.

Respecto a este nuevo protocolo, Acuña aseguró que continuarán las medidas de cuidado tanto afuera como adentro de la escuela. «Afuera de la escuela, hay seis centros de testeo para docentes, que se van a testear cada 15 días en forma preventiva, dos específicos para estudiantes a partir de seis años, para que las familias puedan testear a los chicos y descartar que sean asintomáticos».

También recordó que para quienes tienen horario comedor, «van a tener una mesa y lugar específico para garantizar que chicos no se crucen». En cuanto a los docentes curriculares que comparten clases con varias burbujas, la funcionaria especificó que «se les solicita que se testeen y en este sentido, la escuela demostró ser un lugar seguro».

En este nuevo contexto, la presencialidad es «obligatoria», pero los estudiantes que tengan condiciones de riesgo o convivan con personas de riesgo estarán exceptuados y van a poder seguir aprendiendo a la distancia, afirman desde la cartera educativa y añadieron que en el caso que se detecte un caso de coronavirus la burbuja se aísla por completo, mientras que si un docente da positivo (lo que debe confirmarse por test), tiene que aislarse durante 10 días corridos hasta su alta epidemiológica, al igual que todas las burbujas en las que haya dado clases hasta 48 horas antes de confirmarse su caso por ser contactos estrechos. Al séptimo día, los integrantes de la burbuja podrán realizarse el test para confirmar o descartar un caso de coronavirus y volver a la escuela con el resultado negativo. De lo contrario, quienes no realicen el testeo, deberán finalizar los 10 días establecidos de aislamiento», apuntó el texto oficial.

Los gremios docentes rechazan la medida del Gobierno porteño

El plan de regreso a la presencialidad en las aulas con la vuelta a clases de la totalidad de alumnos y alumnas de la primaria, fue objetado por los gremios docentes que consideran se contrapone a las medidas preventivas del Consejo Federal de Educación respecto del distanciamiento físico para evitar contagios de coronavirus.

Frente a la ratificación de la decisión de la administración porteña de la presencialidad plena, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) anunció jornadas de protestas entre hoy y el viernes próximo, con clases públicas y abrazos a las escuelas; mientras que el gremio Ademys realizó un paro de actividades este martes y una caravana desde el Ministerio de Salud porteño hacia la Jefatura de Gobierno de la Ciudad.

«El negacionismo sanitario de Larreta, Quirós y Acuña suprime distanciamiento social para todas las actividades dentro de las escuelas, a su vez no garantiza espacios con ventilación cruzada ni elementos de protección e higiene suficientes. Exigimos la compra de medidores de dióxido de carbono para todas las escuelas de la Ciudad para monitorear la ventilación de las aulas mientras se dictan clases», señaló UTE en un comunicado.

En ese sentido, remarcaron que durante las dos primeras semanas de la aplicación del plan de regreso a la presencialidad total «hubo más de 20 divisiones y grados aislados, con 500 estudiantes y más de 50 docentes en esa situación».

«Mientras tanto, el Gobierno de la Ciudad ignora esos datos y suma la presencialidad total y con comedores abiertos en el nivel primario. Desde la UTE seguimos defendiendo la salud y la vida de la comunidad», señalaron.

Por su parte, el secretario adjunto de Ademys, Jorge Adaro, consideró que «hay datos que no acompañan» la decisión del Gobierno porteño de retornar a la presencialidad, al ratificar el paro de actividades que realizó esa organización gremial

“Que no haya distanciamiento entre los alumnos es muy grave, no hay ningún estudio científico que avale que ya no es necesario mantener el distanciamiento», afirmó Adaro.

El rechazo de los sindicatos hace hincapié en la decisión de Horacio Rodríguez Larreta respecto de la presencialidad total en las escuelas luego del receso invernal con un nuevo protocolo que convirtió al aula en burbujas sanitarias y dejó sin efecto la medida que establecía que eran conformadas por grupos de menos cantidad de estudiantes.

Así, eliminó el requisito del distanciamiento social de 1,5 metros que formaba parte de las medidas preventivas para evitar contagios de Covid-19 y contradice la Guía del Consejo Federal de Educación con recomendaciones para «habitar la escuela».

El documento de alcance nacional establece como los cuatro pilares del cuidado frente al coronavirus el uso correcto de barbijo, la ventilación de ambientes, el lavado de manos y el distanciamiento físico entre los estudiantes de 1,5 metros.

En declaraciones radiales, Rodríguez Larreta reafirmó la medida del regreso a las aulas de la totalidad de los alumnos, que se completará en la semana que viene con la incorporación al esquema de los niños y niñas que asisten al nivel inicial.

«Los chicos tienen que estar en el aula lo más posible, lo que se perdió el año pasado fue terrible y por eso dimos la discusión en marzo cuando decían que no se podía volver a la presencialidad y la Corte Suprema y el tiempo nos dio la razón», dijo el alcalde en relación al reclamo que llevó al máximo tribunal para que quede habilitado el retorno a las escuelas.

«Durante este tiempo en la Ciudad los chicos estuvieron en clases, mientras que en la provincia perdieron días, y al mirar el resultado la curva de contagios de la Ciudad es la misma que en provincia», afirmó.

Y concluyó: «Se comprobó lo que decíamos, que los chicos en las aulas se cuidan y no generan mayor contagios que en el resto de la Ciudad».

Por su parte, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, detalló: «Son 290.000 chicos que recuperan su horario de clase completo, como antes de la pandemia, y van a poder encontrarse con todos sus compañeros porque la burbuja pasa a ser el aula completa, con lo cual hay chicos que no se ven hace mas de una año y medio».

Respecto al nuevo protocolo aplicado desde inicios de agosto, Acuña dijo que continuarán las medidas de cuidado tanto afuera como adentro de la escuela.

«Afuera de la escuela, hay seis centros de testeo para docentes, que se van a testear cada 15 días en forma preventiva, dos específicos para estudiantes a partir de seis años, para que las familias puedan testear a los chicos y descartar que sean asintomáticos», recordó la ministra porteña.

«Clase pública» en la sede del Gobierno de la Ciudad 

La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) realizará mañana una clase pública frente a la sede del Gobierno porteño, en Parque Patricios, en el marco de las jornadas de protestas hasta el viernes en rechazo a la decisión de volver a la presencialidad plena en las aulas.

«Mañana estaremos realizando una clase pública sobre vacunación en niños, niñas y jóvenes frente a la Jefatura de Gobierno a las 12 a cargo del doctor Oscar Trotta», precisó el sindicato en un comunicado.

El reclamo forma parte de las actividades anunciadas por UTE, entre las que también habrá «semaforazos» y abrazos a las escuelas, en repudio al regreso a la presencialidad total de alumnos y alumnas de escuelas públicas y privadas porteñas que este martes sumó a los de la primaria.

«En el día de la fecha comenzó la presencialidad total irresponsable en el nivel primario, sumándose al nivel secundario que retornó la semana pasada», advirtió UTE.

Destacó que «como venimos advirtiendo y rechazando desde el retorno del receso de invierno, el negacionismo sanitario de (el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez) Larreta, (la ministra de Educación, Soledad) Acuña y (el ministro de Salud, Fernán) Quirós sumado al marketing de la campaña electoral, eliminó el distanciamiento social de 1,5 metros que rige para todas las actividades sociales en la Ciudad y en todo el territorio de nuestro país».

«En este primer día quedó en evidencia la realidad frente al maquillaje mediático: amontonamientos en las puertas, incumplimiento de los protocolos, imposibilidad de mantener distancias entre burbujas en todas las escuelas primarias porteñas», señaló el gremio.

Y aseveró que «esto se da en un contexto en el que ya relevamos más de 20 divisiones y grados aislados, más de 500 estudiantes y más de 50 docentes en sólo dos semanas de presencialidad total en el nivel secundario».

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