por Milagros Alonso
Miles de personas, junto a las organizaciones de la diversidad sexual, se movilizaron esta tarde por el centro porteño, desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación, en la edición número 30° de la Marcha del Orgullo LGBTIQ+ que, según les organizadores, fue la de «mayor concurrencia de la historia», y estuvo marcada por un clima festivo donde se celebraron los derechos conquistados, pero también exigieron más políticas públicas como la sanción de la Ley Integral Trans.
Aunque en los últimos dos años la comunidad tuvo grandes avances en materia de derechos -el cupo nacional trans, el DNI no binario y el aborto legal- esta vez el reclamo estuvo centrado en la Ley Integral Trans, que busca llevar protección a la población más golpeada, sobre todo durante la pandemia.
La concentración se inició cerca del mediodía, cuando la Plaza de Mayo comenzó a poblarse con los puestos de la Feria del Orgullo y a la espera de los shows de música en vivo. En medio de banderas de la comunidad LGBTIQ+ y su diversidad de colores, globos y un inflable con forma de arco iris apostado cerca del Cabildo, artistas como Ayelén Beker y Max Vanns se subieron al escenario para hacer sonar sus canciones con letras disidentes al son de «un día más, el macho al tacho».
Hacia la tarde la plaza se fue cubriendo de parejas, grupos de amigos de todas las edades y hasta familias con niños que bailaban al ritmo de la música que salía de los potentes parlantes ubicados sobre los camiones que se aprestaban para la movilización.
Aleksandro Demetrio, integrante de la Secretaría de Cultura de la Federación Argentina LGBT aseguró que «volver después de dos años es hermoso, lo extrañaba un montón, estoy súper emocionado» y explicó que «el orgullo para mí es como decía Carlos Jáuregui la respuesta política a una sociedad que nos educa para la vergüenza».
Y advirtió: «De todos modos los pedidos siguen estando; necesitamos que aparezca Tehuel, (en referencia al joven trans Tehuel De la Torre, desaparecido el 11 de marzo pasado), necesitamos una Ley Integral Trans para que ningún otro pibe trans vuelva a pasar lo que paso él».
Entre plumas, glitter, y banderas de diversas organizaciones sociales, políticas y sindicales, también se mostraban pancartas coloridas con mensajes como «No hay orgullo sin Tehuel», «El orgullo es la revolución» y «la homofobia tiene cura es la educación».
Ricardo Ponce, de 70 años, quien vestía una capa de lentejuelas multicolor con una corona de brillos aseguró: «Me puse esto porque me siento orgulloso, es lo que no hice antes. Años atrás se sufría mucho, me llevaban preso, no tenía libertad».
Manifestantes que lucían trajes de plumas, vestidos larguísimos con lentejuelas o exhibían sus cuerpos con elaboradas pinturas eran los más requeridos por los participantes que se fotografiaban con ellos para subir la imagen a las redes sociales y compartir allí su participación en la Marcha.
Antes de partir hacia el Congreso, los principales referentes dieron lectura al documento en el escenario montado sobre la Plaza de Mayo. En los discursos se repitió el pedido por la Ley integral trans y la Ley de Respuesta Integral al VIH, hepatitis virales, ITS y tuberculosis, al tiempo que insistieron en las consignas «Iglesia y Estado asuntos separados» y «derechos sociales y laborales para les trabajadores sexuales».
También exigieron por el cese de «violencia policial e institucional» y remarcaron la importancia de contar con una «Igualdad real con políticas públicas y presupuesto».
Pasadas las 16:30 la marcha partió desde Plaza de Mayo rumbo al Congreso de la Nación y colmó la Avenida de Mayo con una marea arcoíris haciendo notoria la convocatoria histórica que alcanzó este año el tradicional evento luego de la pausa que impuso la pandemia de coronavirus.
Marcela Monrroy, integrante de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA), señaló a Télam que «esta marcha es particular porque durante la pandemia las personas trans fuimos las que más sufrimos en carne propia los problemas, tanto a nivel de salud por el poco acceso que las personas trans tienen al sistema, y más que nada por el aspecto económico porque las personas trans fueron expulsadas de los lugares donde vivían porque no podían pagar un alquiler, entre otras problemáticas que nos trajo la pandemia».
La movilización fue encabezada por la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA) que avanzaban al canto de «Ley integral, para personas trans» con el acompañamiento de una murga.
Mari Robles, coordinadora de ATTTA Salta, avanzaba en el frente con un amplio vestido fucsia con un estandarte de plumas inspirado en Cruella de Vil. «Estamos peleando por un derecho, por la igualdad y por una Ley Integral Trans, por la reparación histórica, por trabajo y vivienda digna. Soy una de las fundadoras de ATTTA desde la democracia hasta ahora porque antes éramos perseguidas en Salta».
Detrás del camión de ATTTA se encontraban otras 30 carrozas de organizaciones como Las Fulanas y la FALGBT donde decenas de personas bailaban al ritmo de la cumbia y el reggaetón.
La Marcha llegó al Congreso pasadas las 18:40 en un clima marcado por la emoción del reencuentro después de la pandemia entre abrazos y aplausos.
María Rachid, integrante de la Comisión Directiva de la FALGBT dijo a sentir «muchísima felicidad por la cantidad de gente que vino. Esta marcha es impresionante».
«Cuando llegamos, la plaza Congreso estaba llena y recién llegaba la marcha. Sabemos que el ultimo camión está a unas cuadras nada más, están saliendo los últimos camiones», expresó y luego afirmó «No lo podemos creer la cantidad de gente que vino, evidentemente había mucha necesidad de salir a la calle, de expresarse, porque hay mucho para celebrar porque Argentina es un país de vanguardia en el mundo en materia de derechos pero también hay algunas cosas para trabajar como la igualdad real, por eso queremos la Ley Integral Trans, queremos la nueva ley antidscirimiantoria y políticas públicas para la igualdad».
«Calculamos que hay más de 500.000 mil personas, todavía están saliendo de Plaza de Mayo, nunca había pasado que la plaza ya estaba llena cuando llegó el primer camión», expresó Rachid, asegurando «Esta es la marcha más multitudinaria de las 30, estamos felices por la cantidad de gente porque hay mucho para celebrar pero también mucho para trabajar», concluyó.
Luego la multitud se dispuso frente al escenario de Plaza Congreso para disfrutar de las actuaciones de DJ Fabián Jara, Folclore para Todes, Sara Hebe y Miss Bolivia. Al caer la noche se iluminaron el Congreso y la Casa Rosa con los siete colores del arcoíris. La jornada cerró desde las 22 con un programa especial en la TV Pública con la conducción de Diana Zurco y Alejandra Malem.
Foto/fuente: Télam