Como parte de las actividades paralelas que la feria BAphoto organiza en distintos espacios, inaugura mañana a las 18 en el Patio Bullrich una exposición colectiva que invita a reflexionar sobre el registro fotográfico, bajo el título «Aprendí que en un milímetro del cielo está todo el cielo».
Se trata de una exposición Pop-up, también denominada «emergente», un formato expositivo en auge -inspirado en el mismo nombre que se usa para denominar las ventanas emergentes de Internet- que suele ubicarse en lugares que no están dedicados tradicionalmente a exhibir arte, donde se emplazan por un breve período de tiempo.
Curada por Irene Gelfman, la muestra que se podrá visitar hasta el 28 de noviembre (de martes a domingo de 10 a 20) en el primer nivel del Patio Bullrich (Av. Libertador 750) se adentra en el registro fotográfico y la huella como rastro de un cuerpo que se mueve en la dicotomía ausencia/presencia.
De este modo, se verán obras de Daniel Ackerman y Claudio Larrea (galería Otto), Lucrecia Plat (Vasari), Joaquín Wall y Julia Sbriller (Quimera), Gonzalo Maggi (Intemperie), Estanislao Florido (Del infinito), Mónica Van Asperen y Nacho Iasparra (Cecilia Caballero) y en representación de las provincias, Hiram Di Lorenzo de Mendoza y Matías de la Guerra, de Salta.
«Desde la aparición de la fotografía, es el ojo de la cámara el que ha modificado el sentido de lo que vemos. Sin embargo, su gran don no radica tanto en hacer visible lo invisible, sino en saber encontrar el significado de lo visible, de lo cotidiano. En resaltar los sutiles detalles que despiertan la complicidad del espectador, en mostrarnos no otra manera de mirar, sino otra manera de contar», dice la curadora.
El título de la exposición «Aprendí que en un milímetro del cielo está todo el cielo» es una cita de un fragmento del poema «De ama de casa a mamá en casa», de la artista, curadora y gestora cultural Fernanda Laguna.