Una universidad, un boliche y un consorcio relacionados con algunos de los seis imputados detenidos por la violación grupal de una joven de 20 años ocurrida el lunes pasado por la tarde en la plaza Serrano del barrio porteño de Palermo, repudiaron lo sucedido y tomaron medidas concretas. Se trata de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), el boliche Ro Techno Bar, y el edificio donde vive uno de los acusados en el barrio porteño de Villa Crespo.
La Unsam publicó en sus redes sociales un comunicado en el que expresaron que «al menos dos de las personas» acusadas «serían estudiantes» de la universidad. Por tal motivo, el Rectorado decidió como primera medida «suspender preventivamente» a los estudiantes e iniciar un sumario interno que puede derivar «en una suspensión mayor o en su expulsión de esta casa de estudios», según el reglamento interno. Además, indicaron que la institución cuenta con una Dirección de Género y Diversidad Sexual y un «Protocolo para la Actuación en Situaciones de Discriminación por razones de Género y/o Violencia de Género».
«Esperamos que la Justicia determine las responsabilidades de este aberrante hecho», cierra el comunicado difundido por la casa de altos estudios del conurbano bonaerense. Según su perfil de la red social Instagram, Ignacio Retondo (22) es uno de los estudiantes de la universidad en la Licenciatura en Relaciones Internacionales.
En tanto, el boliche Ro Techno Bar, ubicado en la calle Thames al 1600, en el barrio de Palermo, realizó varias publicaciones en la red social Instagram en la que señalaron que tanto los seis violadores como la víctima habían compartido ese espacio durante la mañana del lunes, previo al hecho. «Nos apena especialmente porque somos un espacio queer-feminista-disidente, donde damos especial importancia a las políticas de cuidado», señalaron.
«Y, lamentamos como institución no haber tenido las herramientas para identificar a un grupo de varones que actuó con premeditación y desprecio. Ellos nunca hubieran tenido que estar ahí, cerca nuestro y poniéndonos en peligro a todxs. Esto duele porque trabajamos activamente para que este tipo de cosas no ocurran», manifestaron finalmente y expresaron que se comunicaron con la víctima de violación y se pusieron a su disposición para lo que ella lo requiera.
Por su parte, el consorcio del edificio en el que vive la familia de Alexis Cuzzoni (20), ubicado en la calle Vera al 900 del barrio porteño de Villa Crespo, pegaron carteles repudiando el hecho en el cual está imputado el joven. «Actualmente, uno de los supuestos autores de tan lamentable hecho no se encuentra en el edificio, estando su departamento totalmente vacío», expresaron en una breve comunicación pegada sobre una de las columnas del edificio. «Gracias por manifestar y expresar su sincera bronca en forma pacífica», concluyeron.
Hijos sanos del patriarcado
El hecho ocurrió un día antes de la gala que Horacio Rodríguez Larreta hizo, durante la apertura de las sesiones legislativas, sobre la fantástica transformación que su gestión, y la de su antecesor Mauricio Macri, desarrollaron en la Ciudad. El domingo 28 de febrero a las 15.30 de la tarde, seis hombres abusaron y violaron a una joven de 20 años dentro de un automóvil Volskwagen Gol, estacionado sobre la calle Serrano al 1300 en pleno barrio de Palermo Soho.
«Fuimos mi marido y yo quienes socorrimos a la chica. Tenemos una panadería y desde adentro veíamos lo que pasaba en el auto. Primero pensábamos que era una pareja que estaba teniendo sexo, pero luego vimos que en el vehículo había otros tres jóvenes, que la manoseaban, que la agarraban de los brazos, que la obligaban a practicarles sexo oral, y salimos a ayudarla», explicó Natalia, testigo presencial del hecho que, de inmediato, junto a su esposo alertó al 911 y confrontó a los atacantes junto a un grupo de vecinos y vecinas del barrio.
«No escuché gritos, la chica no gritaba, no tenía ni fuerzas para gritar», dijo la mujer, que relató que mientras abusaban de la joven, dos de los a agresores hacían de «campana» tocando la guitarra apoyados sobre del auto.
«Los cuatro jóvenes también estaban con los pantalones bajos, empezaron a insultarnos y nos quisieron agredir. También le pegaron a un vecino que con un teléfono celular quiso registrar lo que estaba pasando, para que exista una prueba de lo que habíamos visto. A ese vecino lo dejaron ensangrentado, tirado en el piso», contó la testigo, quien agregó que «todos abusaron de ella, eran como animales».
Antes de la intervención de las fuerzas de seguridad, la víctima, rescatada por un grupo de vecinos y vecinas, confirmó que estaba siendo violada y denunció que los victimarios la habían drogado con laguna sustancia, por lo que se activó de inmediato el protocolo de asistencia y la trasladaron al Hospital Rivadavia, donde fue atendida por médicos. De hecho, al menos dos de los apresados tenían lesiones en el rostro como arañazos, por lo que los peritos analizaron las uñas de la víctima para ver si podía extraerse algún rastro orgánico para analizar y elaborar un patrón genético y poder vincular ese ADN con el de alguno de los detenidos.
Al llegar, la policía detuvo a los seis sospechosos, de entre 20 y 24 años, quienes fueron llevados a la comisaría 14A acusados del delito de «abuso sexual». El juez en lo Criminal y Correccional 21, Marcos Fernández, será el encargado de indagar a Ángel Pascual Ramos (23), Tomás Domínguez (21), Lautaro Pasotti (24), Ignacio Retondo (22), Alexis Cuzzoni (20) y Franco Lykan (24), acusados de abuso sexual y portación de drogas. De hecho, dentro del Volkswagen, se hallaron marihuana, dosis de LSD.
Vecinos y vecinas de Munro repudian la violencia sexual
Por otro lado, vecinos, vecinas, agrupaciones de derechos humanos y docentes se manifestaron esa tarde en Munro, en el partido bonaerense de Vicente López, para pedir justicia por la joven forzada sexualmente y denunciaron que “el abuso es pandémico” y exigieron la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en todas las instituciones educativas.
La manifestación, organizada por las organizaciones Las Rojas (MST), Movimiento Mayo, Lealtad y Comisión de Derechos Humanos de Munro, junto con la docente Micaela Iaconis, se concentró en la esquina de la intersección de las calles Mitre y Vélez Sarsfield, con carteles que decían “Agradezcan que pedimos justicia y no venganza” y “Si nos tocan a una nos tocan a todas”.
Iaconis, docente de Educación Sexual Integral (ESI) en Munro, expresó que “el abuso es pandémico, y ni hablar de la violación, por lo que necesitamos políticas públicas y la implementación de la ESI”. Al frente de la organización y tras recibir llamados de exalumnos tras conocer el caso, Iaconis señaló: “Hay que reubicar a la cultura de la violación, hablar de manera transversal sobre este tema y desde la educación inicial”, afirmó la psicóloga clínica. Necesitamos que no ocurra más, y por eso trabajamos en prevención”, dijo, y añadió que “la ley Micaela y la perspectiva de género debe estar presente en todos los ámbitos, sobre todo en las instituciones educativas”.
(Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Por WhatsApp: +5491127716463).