Así lo decidió la Legislatura porteña en la sesión del jueves 23 de junio, a partir de la modificación de un paquete de cambios al sistema de estacionamiento de la Ciudad, a partir del cual desde el año próximo se podrá dejar el vehículo durante las 24 horas en ambos lados en todas las calles, lo que generó cuestionamientos desde la oposición local que advirtió sobre una medida «recaudatoria» del Gobierno local.
La reforma, en rigor, recayó sobre una serie de artículos del Código de Tránsito y Transporte porteño y fue aprobada por 31 votos positivos y 24 negativos durante la sesión ordinaria del Parlamento.
De acuerdo a fuentes oficiales, las nuevas regulaciones comenzarán a regir en 2023 y abarcará a las 2.100 calles, 150 pasajes y 230 avenidas existentes en la Ciudad.
La iniciativa tiene como principal cambio a la habilitación para los propietarios de un vehículo de estacionar en ambas márgenes de las calles, lo que en la actualidad no es así ya que está prohibido dejar un auto del lado izquierdo.
A su vez, quedó prohibido estacionar durante 24 horas en pasajes, calles con Metrobus o con ciclovías; en tanto que tampoco se podrá aparcar en avenidas de 7 a 21, tanto del lado derecho como izquierdo.
Al respecto, el legislador del oficialismo Matías López, que preside la Comisión de Tránsito y Transporte, explicó que «se buscó que sean más claros los espacios de estacionamiento y pasar de nueve a tres reglas de fácil comprensión».
El legislador del Frente de Todos Juan Pablo Modarelli sostuvo que «las tres reglas que se plantean vienen a condicionar el Código a una necesidad del Ejecutivo de la ampliación del estacionamiento medido en la Ciudad».
«Donde hay un problema, hay una tarifa», aseguró y señaló que «no se puede acompañar que vendan una simplificación cuando lo que están haciendo es allanar espacios para poder cobrar a los que estacionan de la mano izquierda».
En sintonía, el diputado opositor Matías Barroetaveña, advirtió que «esta ley es partícipe necesaria de una estafa que es el estacionamiento medido» y agregó que «en vez de ayudar a los vecinos, se les va a temer la mano en el bolsillo para generar una enorme recaudación».
El diputado del Frente de Izquierda Gabriel Solano sostuvo que «lo que se está planteando es un negocio a partir de los lugares adiciones para tener que pagar» y alertó sobre «el impacto ambiental» de la medida porque «prioriza el uso del transporte privado, como es el auto, en detrimento del transporte público».
En tanto, entre las restantes modificaciones contempladas está que las motos sean estacionadas «de culata entre 45 y 90 grados», lo que cambia la normativa vigente que autoriza a los dueños a hacerlo de manera paralela al cordón de la vereda.
También habrá cordones pintados de color anaranjado que indicarán los lugares destinados al estacionamiento exclusivo de ciclorodados y motovehículos.
En otro apartado, se alteró la logística de carga y descarga de mercaderías, estableciendo que, siempre dentro de los lugares y horarios permitidos, la permanencia no puede ser mayor a los 30 minutos, ya que, una vez excedido ese tiempo, se considerará como estacionamiento y será infracción.
Por otro lado, se formalizó el sistema «Sube y Baja» que se aplica en algunas escuelas públicas» y que busca agilizar la entrada y salida de alumnos de los establecimientos a través de operatoria que prevé una demarcación horizontal y una señalización vertical para los automovilistas.