Con la participación de 280 sellos, una sede mucho más grande y la llegada de invitados internacionales como Peter Orner, Leslie Kern y Margo Glantz, la Feria de Editores (FED) celebra una nueva edición los días 5, 6 y 7 de agosto en el C Complejo Art Media y multiplica los alcances de este evento que busca ofrecer una experiencia con los libros al poner en contacto directo a lectores y editores, y ya es una cita obligada del calendario cultural en la medida que crece al calor de los muy buenos balances de sus ediciones anteriores.
Esta 11° edición de la FED que tiene nueva locación sobre la avenida Corrientes -en el barrio de Chacarita-, triplica la cantidad de editoriales, presenta autores y autoras internacionales y ofrece charlas presenciales y digitales, manteniendo el carácter híbrido del encuentro que se incorporó con la pandemia. También las infancias tienen un espacio dedicado en la «Mini Fed» con libros y actividades enfocadas, mientras que por primera vez, se destina un sitio para la firma de ejemplares, donde estarán Cynthia Rimsky, Edgardo Scott, Julia Coria, Inés Ulanovsky, Leila Sucari, Renata Salecl, Orner, Kern y Glantz, entre otros.
Una de las grandes diferencias que impone esta feria editorial porteña en relación con otros eventos vinculados a los libros es que son las editoras y los editores quienes están detrás del mostrador para presentar su catálogo, recomendarlo y expandirlo. Quizá por eso, como explica Víctor Malumián, uno de sus organizadores, las métricas que hacen cada año reflejan que «toda la gente que viene a la FED compra libros». Entrar a la feria es irse con libros. Y parte de eso es lo que marca la diferencia de otros eventos masivos donde la visita no siempre tracciona a la lectura.
Pero ¿cómo logran esa sinergia? «En general -dice el editor del sello Godot y organizador- son pequeños movimientos, pequeños experimentos de actividades que nos sugieren o ideas que estamos probando y que queremos ver hacia dónde nos llevan, decantan naturalmente y se relacionan con la lectura de una forma u otra. Si entendemos que cada vez se hace más necesario salir a buscar a las y los lectores, necesitamos cuidar cada detalle, en la medida de lo posible, en el camino que recorren hasta encontrarse con ese libro».
Lo nuevo
Con una primera edición en el año 2013, la Feria de Editores «siempre se pensó como un espacio de encuentro. Nos gusta pensarla así, tanto como sinónimo de encuentro con los libros, como con amigas/os, editoras/es, autoras/es, traductoras/es, libreras/os, como también como un espacio curado al cual te acercás con una mirada desprejuiciada para descubrir nuevos proyectos y voces. Creemos que la propuesta cultural sigue esa tónica y la impulsa», señala Malumián, cofundador del evento junto a Hernán López Winne, artífice también del sello Godot.
Desde hace varios años el sector editorial reclama alivios para transitar la suba de precios pero «a pesar de todo lo que está pasando, la calidad de la edición independiente en la región es impresionante, quizás en uno de sus mejores momentos y queremos acompañarla», sostiene.
La postal con la ansiedad que se generaba en las largas filas para ingresar a la feria que marcaban el éxito de las ediciones anteriores habrá que dejarla atrás, o al menos eso intentan los organizadores del evento que para este año prevén un espacio de café gourmet en la zona de ingreso, la presencia de dos magos, un recuerdo impreso por Prensa La Libertad y lo mejor de todo: un pequeño libro de distribución gratuita con textos sobre la espera, que reúne escritos de Margo Glantz, Leslie Kern, Sebastián Martínez Daniell, Luciana Pallero, Tomás Litta, Ana Navajas y Leticia Rivas, e ilustraciones de Mariana Ruiz Johnson.
Por las nuevas dimensiones del espacio -se calculan podrán ingresar unas dos mil personas aproximadamente-, la oferta de editoriales y catálogos también se amplifica. Tal es así que participarán unos 280 sellos, de los cuales más de 50 provienen de distintos puntos del país y unos 40 son del exterior, de países como Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Uruguay y España.
Malumián explica: «La búsqueda de un espacio más grande está motivada por el deseo de brindar mayor comodidad tanto a las y los lectores que nos visitan como a las editoriales. Mismo si se piensa desde el punto de vista de la bibliodiversidad, todos los años las editoriales suman novedades, en mayor o menor medida, y el espacio de exhibición que le brindábamos se mantenía igual, con el cambio de locación pudimos ofrecer más metros a las editoriales y eso redunda en mayor exhibición y comodidad».
Este año la FED incluye el sector «+300km el cual está integrado por las editoriales que recorrieron más de 300km para ofrecer sus libros», donde se dan cita sellos extranjeros pero también otros que están relativamente cerca pero que la movida porteña les implica una importante inversión y movimiento. En ese marco, armaron, junto al Ministerio de Cultura de la Nación, dos cupos en ese espacio para «empezar a nivelar con un pequeño granito de arena las dinámicas de centro y periferia», dice el editor sobre la incorporación de dos sellos provenientes de Mendoza y de San Juan.
Otra pata fuerte del evento son sus charlas, que este año se desdoblan en diálogos con destacados autores internacionales y conversaciones colectivas que visitan temas, como la idea del ensayo como práctica literaria en la actualidad; la crisis climática y la transición ecosocial necesaria para salvar la biósfera; o la relación literatura, transfeminismo y trabajo sexual en una conversación entre la escritora brasileña Amara Moira y la periodista Liliana Viola. Luis Chitarroni, Paula Puebla, Luis Gusmán, María Luque, Power Paola, Eugenia Almeida, María Negroni, Jorge Fondebrider son algunas de las otras voces que participarán de las charlas presenciales de la FED.
El viernes, tras la entrega del Premio a la labor librera -un galardón que promueve la FED en su afán de potenciar la convicción de que la cadena del libro requiere de un trabajo colaborativo y de que nadie se salva solo-, la librera Cecilia Fanti conversará con Peter Orner (el autor de «¿Hay alguien ahí?» sobre los libros que acompañan y marcan una vida. El sábado, en cambio, el tema será «El psicoanálisis como resistencia a la doxa» en el marco de una entrevista a la filósofa, socióloga y teórica jurídica eslovena Renata Salecl, que estará a cargo de la psicoanalista Alexandra Kohan.
El domingo, finalmente, habrá dos invitadas internacionales: por un lado, la mexicana Margo Glantz que dialogará sobre sus viajes literales y literarios en una conversación con Demian Paredes, y por el otro, la autora canadiense Leslie Kern, autora de «Ciudad feminista» y «La gentrificación es inevitable y otras mentiras», que será entrevistada por María del Mar Ramón.
Explica a su turno Hernán López Winne que la intención de esta edición es volver a «generar una feria híbrida bajo el mismo paraguas de la FED» con «dos experiencias diferentes», una presencial y otra virtual. Porque si algo trajo la pandemia es su posibilidad de tensionar los espacios y así la FED digital es terreno de otras charlas y ofrece una plataforma para la compra online de libros de edición nacional a través de la librería Céspedes, que fue la elegida para comercializar en esta oportunidad. Durante los días que dure el evento, con una compra superior a 6.000 pesos se incluye envío gratis a todo el país y como obsequio un ejemplar del libro sobre la espera.
Entre las charlas virtuales la programación incluye una sobre el peronismo y para pensar la coyuntura sin desesperar con la participación de Ernesto Semán, Mariana Gené, Fernando Rosso y Cata de Elía; una entrevista al escritor y periodista escocés, radicado en Canadá, Tim Maughan; y conversaciones que exploran ejes como narrar el duelo, los cruces entre géneros o las fronteras entre la realidad y la ficción.
La FED se desarrolla los días 5, 6 y 7 de agosto con entrada gratuita de 14 a 21 en el C Complejo Art Media, ubicado en avenida Corrientes 6271, CABA. Para consultar la programación completa se puede ingresar a la web www.feriadeeditores.com.ar. Además, por segundo año consecutivo, la feria aloja una posta para la donación de sangre del Hemocentro de Buenos Aires para armar una gran colecta de sangre y revertir los bajos valores de donación de nuestro país.