sábado, noviembre 23

ROBO DE MATERIAL INFORMÁTICO EN LAS ESCUELAS PORTEÑAS

por Ornella Rapallini

Un total de 2.425 netbooks, 422 tablets y 78 PC fueron robadas de distintas escuelas de la ciudad de Buenos Aires en los últimos dos años, lo que motivó 163 denuncias por parte de los equipos directivos de estos establecimientos. En tanto que desde la cartera educativa admitieron que la instalación de alarmas y otras medidas de seguridad para mejorar la custodia de ese tipo de equipos «es progresiva» y lleva tiempo».

«La mayoría de los robos ocurrieron durante la noche y fines de semana, momentos en los que nadie se encontraba en el colegio», señalaron desde el Ministerio de Justicia y Seguridad  Porteño.

Desde este organismo-conducido por el controvertido funcionario Marcelo D´Alessandro-,  señalaron, también, que «los robos suceden dado que los alumnos utilizan estos equipos solo en horario escolar y, una vez finalizada la jornada educativa, las computadoras quedan resguardadas en la institución correspondiente».

«Eso explicaría -agregaron las mismas fuentes- por qué las escuelas porteñas son objeto de constantes actos delictivos, ya que fuera del horario escolar los colegios quedan vacíos y muy pocos cuentan con un celador, o seguridad alguna y esto hace más accesibles las computadoras para estos delincuentes».

La hipótesis coincide con lo reclamado por las distintas comunidades educativas que denuncian que el Ministerio de Educación, dirigido por Soledad Acuña, «no renueva desde hace años los cargos vacantes de caseros jubiladas en escuelas, ni toma medidas de seguridad alternativas», como la contratación de serenos o la instalación de alarmas.

«Hasta el momento no hubo una respuesta clara y contundente del gobierno de la Ciudad y la falta de respuesta se suma al deterioro general de la educación pública en el distrito, que hace años reduce el presupuesto destinado a Educación», destacó en un petitorio la asamblea abierta conformada por familias de la escuela 9 «Genaro Berón de Astrada» ubicada en Palermo, donde robaron esta semana.

No obstante, desde Seguridad indicaron que las medidas a tomar con respecto a estos hechos en escuelas porteñas las deben definir desde Educación.

Luego de conocerse el robo en la escuela 9, desde la cartera educativa informaron que en algunas escuelas están instalando sistemas de alarmas y armando espacios protegidos bajo llave para guardar el material electrónico, pero advirtieron que es algo «progresivo, (y) lleva tiempo».

A su vez, sobre la falta de caseros en las instituciones educativas afirmaron que «su presencia no es garantía de que no vaya a suceder algo así» y que «más del 70% de las escuelas que sufrieron robos tenían casero y en algunos casos hasta ellos terminan imputados y sospechados de facilitar los robos».

Por último, reconocieron que el robo de computadoras «está sucediendo» y señalaron que es un asunto «judicializado» y que «se han recuperado bastantes computadoras, pero lo está siguiendo la justicia».

«Las computadoras son buscadas por malvivientes porque poseen diversos componentes que las hacen más costosas, pueden venderlas por partes, o el equipo completo», agregaron desde la cartera que dirige D’Alessandro.

En noviembre, se conocieron al menos tres robos y actos de vandalismo en escuelas porteñas. Entre ellas, la N°9 y la Primaria N° 26 «Adolfo Van Gelderen», ubicadas en Palermo; la EMM N° 5, en Montserrat, donde robaron netbooks, tablets, rompieron caños, vidrios y dejaron el gas abierto, entre otros actos vandálicos que se sumaron a otros robos sucedidos este año y el año pasado al Normal N° 7 «José María Torres», situado en Balvanera; a la Escuela de Comercio Nº 6 DE 13 «América» y el Comercial 35, ubicados en Villa Lugano; a la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Nº 1 «Roque Sáenz Peña», el Liceo 4 y Comercial Islas Malvinas, en Recoleta; Escuela Nº 8 DE 10º «Alte. Ramón González Fernández», en Belgrano, entre otras.

Se trata de escuelas ubicadas en zonas céntricas de la ciudad rodeadas de comercios, bares, restaurantes, con alta circulación.

«Es muy curioso que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires no pueda prevenir en escuelas incluso céntricas, hay una onda de desprestigio a la escuela pública, de que ‘pasan cosas en la escuela pública’, entre ellas, robos», dijo a Télam Amanda Martin actual secretaria gremial de la asociación docente Ademys y ex legisladora porteña por el Frente de Izquierda que integró la Comisión de Educación en la Legislatura.

A raíz de esos hechos, distintas comunidades educativas realizaron abrazos simbólicos a las escuelas que sufrieron robos y pidieron al gobierno porteño por «medidas urgentes» para prevenir y evitar que se pierda y destruya el patrimonio educativo.

Si bien cada establecimiento presenta distintas características y demandas en las medidas de seguridad, entre los pedidos que se destacaron estuvieron el de designación de un casero o sereno o, en su defecto, sistema de seguridad alternativo; una habitación segura para el depósito de herramientas y material de valor; circuito de seguridad perimetral y puesta de cámaras de seguridad en la cuadra de las escuelas -no así dentro de los establecimientos, donde no está permitido instalar videocámaras con el fin de proteger la intimidad de niños y adolescentes.

Pablo Cesaroni, integrante de la cooperadora de la escuela Normal 7, ubicada en Almagro, donde en abril de este año robaron tres carros completos con 50 computadoras del Plan Sarmiento, dijo a Télam que están pidiendo «urgentemente» un casero y más personal auxiliar.

«Estamos hace muchos años sin casero y cumple funciones fundamentales. En la ciudad congelaron la designación de los caseros y el ministerio pone muy pocas ganas en investigar», explicó Cesaroni.

Por su parte, el secretario de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo de UTE, Pablo Francisco, reafirmó a Télam que los y las caseras cumplen una función clave porque son «una presencia disuasoria y preventiva», pero «hay una política del gobierno de la Ciudad de no renovar los cargos de aquellas caseras que se jubilan» y se debe a «un ajuste».

Néstor Mascaro, docente delegado de UTE del Mariano Acosta, escuela en la que robaron más de 40 computadoras durante el proceso electoral de 2021, dijo que todavía no tienen respuesta sobre qué pasó cuando Gendarmería estuvo a cargo de la escuela en el marco del proceso electoral y tampoco hubo acceso a las cámaras de seguridad de las inmediaciones de la escuela, «alguien tendría que ver si alguien salió con las computadoras de la escuela».

Esteban Sotile, docente del Mariano Acosta en el profesorado y referente de UTE de las escuelas Normales señaló que «por lo menos en las escuelas tan grandes, el GCBA debe implementar un sistema de seguridad privada como tiene en otros espacios» porque «la escuela está inmersa en una ciudad, tiene que ser beneficiaria de una política de seguridad y, a pesar de que hay una gran publicidad de que la ciudad es segura, la seguridad en términos integrales no tiene una solución hoy».

«Cuidar la escuela es cuidar el patrimonio de todos los ciudadanos de la Ciudad, por esto tiene que velar el Gobierno porteño», concluyó.

Fuente: Télam

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