sábado, noviembre 23

DIABETES Y ALZHEIMER

Un equipo científico de las universidades de Granada (UGR) y de Cádiz detectaron que la diabetes favorece las formas más tóxicas y dañinas del péptido beta amiloide, el principal inductor de la neurodegeneración observada en el cerebro de individuos con Enfermedad de Alzheimer.

Según la agencia estatal de noticias científicas de España, SINC, esto facilita la rotura de los vasos sanguíneos en el cerebro y potencia la muerte de las neuronas, típica de esta enfermedad.

Este hallazgo científico corresponde a un estudio en el que participan las investigadoras de la Universidad de Cádiz, Mónica García Alloza y María Vargas Soria, junto con el profesor del Departamento de Fisiología de la UGR, Juan José Ramos Rodríguez.

La descripción del proceso de depósito del péptido beta amiloide en el modelo combinado de la Enfermedad de Alzheimer y diabetes ofrece una nueva diana terapéutica sobre la que trabajar para ralentizar o prevenir el desarrollo de esta demencia, señalaron los autores.

En los últimos años se ha identificado la diabetes y prediabetes como un factor de riesgo para padecer demencia, pero los mecanismos que median esta relación no son del todo conocidos.

Este trabajo esclarece una de las vías por las que la diabetes mellitus tipo 2 o su fase previa, la prediabetes, contribuyen al deterioro cognitivo y aceleran el progreso de la enfermedad de Alzheimer.

El estudio describe una nueva evolución de la patología beta amiloide en enfermos de alzhéimer que además sufren prediabetes o diabetes tipo 2.

La novedad de los resultados obtenidos se basa en la detección de una progresión distinta de la patología beta amiloide cuando solo se sufre la enfermedad de Alzheimer y otra evolución cuando se padece esta demencia unida a diabetes tipo 2 o prediabetes.

En el modelo combinado se observa una mayor acumulación del péptido beta amiloide a nivel vascular, lo que se conoce como angiopatía beta-amiloide. Además, la diabetes favorece las formas solubles del péptido beta amiloide, las más tóxicas y dañinas para el tejido neuronal.

Dicha modificación de la patología beta-amiloide aumenta el estrés oxidativo a nivel neuronal y vascular ¸todo lo cual facilita la rotura de los vasos sanguíneos en el cerebro y potencia la muerte neuronal típica de la enfermedad de Alzheimer.

La investigación se desarrolló gracias a una sofisticada técnica de microscopía multifotón en animal vivo, la cual permite hacer el seguimiento sobre un mismo animal y sobre una patología cerebral en el tiempo.

“Esto reduce el número de animales necesarios en la investigación, sin duda una gran ventaja con respecto a técnicas más rudimentarias, que triplican el número de animales necesarios para realizar un estudio equivalente”, explica el profesor de la UGR Juan José Ramos.

La microscopía multifotón ‘in vivo’ es una técnica al alcance de pocos laboratorios, capaz de ofrecer datos e imágenes que no se podrían lograr con otras técnicas.

“La siguiente pregunta que nos planteamos es: controlando la patología diabética, ¿podemos frenar o reducir la progresión de la patología beta-amiloide y sus consecuencias?“, concluyó el investigador de la UGR.

Fuente: Télam

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