Una fascinante mirada sobre una extinta civilización y sus especies construida a partir de un cuento que posa su mirada sobre el cuidado de lo viviente y el medioambiente, son los componentes de la muestra «Acrilia», de la artista y arquitecta Ana Rascovsky, que se exhibirá del 18 de mayo al 13 de agosto en el Centro Cultural Borges de Viamonte 524.
Se trata de casi medio centenar de obras de Rascovsky que habilitan «nuevas lecturas sobre la obra de Borges: instalaciones desplegadas en mesas y paredes, agrupadas en maquetas, realizadas en acrílico cortado con láser que forman escenas basadas en una fabula creada por la artista, una narración que oficia de hilo conductor e invita a ser explorada en el recorrido de la sala.
Curada por Máximo Jacoby, musicalizada por Gonzalo Córdoba y con iluminación de Arturo Peruzzotti y Freddy Gotlib, «Acrilia» podrá visitarse, con entrada gratuita, de miércoles a domingos de 14 a 20 en la sala de exposiciones temporarias del segundo piso del centro cultural dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación.
«Acrilia» está integrada por escenas mágicas y tenebrosas como el «Bosque encantado», «Bruma», «Migraciones», «Inundación», «Circo», «Zoológico», «Parque de diversiones», «Trampa» y «Fiesta de Hongos», donde personajes de fábula pequeños y minuciosos serán presentados a los visitantes de manera inusual.
La exposición recorre la historia de la ficticia civilización de «Acrilii» (animales complejos) incluyendo sus cuentos, personajes, creencias, sonidos y detalles que conformaban su cultura y se completa con el sitio web acrilia.net donde se puede consultar documentación y demás material de la historia civilizatoria.
La muestra busca exponer los hallazgos de la imaginaria expedición de Ataraxia, dirigida por Lina Schultz, una eminente doctora, en remotas cuevas del norte de Venezuela y a los especímenes de Acrilia», representantes de «la última descendencia de una civilización extinta que se desarrolló en la región entre los años 2000 y 2020: Acrilia».
«La vida en el Bosque Maravilloso era feliz. Niños, niñas, Monona, Totono, Aleca, zorros, conejos, enanos de madera y gatos jugaban juntos con la Dama de la Noche, la Princesa Árbol, el Rey Pino, el Duque Tornado, y demás espíritus del bosque. Todos los días eran como un domingo» hasta que apareció una sustancia que obligó a todos a guardarse en sus interiores mientras otras fuerzas salían a la luz», relata el texto de la muestra.
Las obras están realizadas con retazos y descartes de acrílico que la empresa Paolini cedió a Rascovsky, quien reutiliza su propio sobrante para de talleres o los propios negativos de sus obras y lo que queda lo devuelve a la empresa para su reciclado.
Rascovsky obtuvo la Beca Embajada de Francia / Fondo Nacional de las Artes y junto a Supersudaca, colectivo de arquitectura que integra, el subsidio principal de Prins Claus Fonds, de los Países Bajos. Desde 2012 lleva adelante Estudio Planta junto a Irene Joselevich.
Fotos/ Fuente: Centro Cultural Borges / Télam