Con inquietantes dibujos y obras se presentan en el Centro Cultural Borges de Viamonte 525 las muestras individuales de los artistas Carlos Masoch (más conocido como Douglas Vinci) y Virginia Buitrón.
En el marco del icónico ciclo La Línea Piensa, ciclo que rescata y potencia el dibujo y sus expresiones destinado a visibilizar a los artistas del dibujo de nuestro país, creado por Luis Felipe Noé y Eduardo Stupía, Masoch expone 150 dibujos de su muestra «Tutti per Tutti», que se puede ver en el primer piso del espacio hasta el 3 de septiembre.
«Pintor, dibujante, actor, alter ego del famoso Douglas Vinci (o viceversa), animador de ciclos televisivos, mitológico personaje de la década del 80, artista integral, Carlos Masoch exhibe ahora un exuberante, caudaloso despliegue de dibujos bajo el título ‘Tutti per Tutti’ (Ópera Bufa). A primera vista, las diversas series, secuencias y agrupamientos parecen proponer núcleos, ordenamientos narrativos o vínculos temáticos, aunque el autor prefiere dejar ese efecto en el terreno de la apariencia, de la conjetura, al margen de que aparezcan aquí y allá títulos, palabras o frases eventualmente sugestivas, metafóricas o intencionadas», detalla el artista y curador, Eduardo Stupía.
«El prolífico conjunto se articula paradójicamente a partir de una intensa interrelación entre todas sus partes, ya sean figuras, escenarios, objetos, espacios, atmósferas, rostros, máscaras, aparatos, anomalías anatómicas, deformidades fantásticas, ambientes, paisajes, gestos, acciones…» como de de ‘una nueva Comedia Humana’ donde se cruzan «tradiciones iconográficas, artísticas y literarias», y «a mitad de camino entre el réquiem y la fanfarria, Masoch ha logrado invocar las pompas y circunstancias de un universo donde la alucinación, el milagro, la ilusión y lo imposible son implacablemente verdaderos», revela Stupía.
Masoch (Buenos Aires) estudió pintura con Néstor Cruz y Gabriela Aberasturi y desde 1983 se dedica al diseño gráfico, la radio, el cine y la televisión.
Por otro lado, en «Diapausa», Buitrón agrupó larvas Hermetia illucens en un compost doméstico, un grupo que creció, se alimentó y se desplazó por semanas en su hábitat, para al fin salieron a buscar un lugar propicio para pupar, dejando a su paso un rastro líquido y oscuro, producto de la humedad del compostaje. Los trazos, como manchas de tinta, fueron realizados sobre superficies de papel y éstos convertidos en obras se exhiben en la sala.
El proyecto «en colaboración» entre la artista con las larvas se despliega como parte de un vínculo afectivo de cría y observación atenta, sobre los ciclos vitales de los insectos.
Con este trabajo la artista visual propone modificar «la visualización científica» tradicional contraponiendo la historia de imágenes de insectos con las imágenes con insectos.
«Los cuerpos de las larvas son tema y técnica pictórica al mismo tiempo. ¿Podrían pensarse también a las larvas como performers que pintan con todo su cuerpo? Con este gesto Buitrón se pregunta ¿quién dibuja? ¿a quiénes se dibuja? ¿quién crea?» y el ciclo vital de las moscas se transforma en producción gráfica obteniendo una cualidad performática desde la observación e interacción del devenir de los ciclos de la vida y la metamorfosis.
«Esta muestra reúne diferentes series basadas en el ciclo vital de estas moscas y en el encuentro entre especies. Durante la exposición, las Hermetia estarán en estado de diapausa (interrupción de su desarrollo) y despertarán en forma alada cuando se instale la primavera y sigamos compostando, sin hacer obras», explica Buitrón sobre el proyecto que lleva seis años y reflexiona acerca de los actores involucrados en el hacer artístico.
«El compost es el lugar donde las larvas se desarrollan antes de desplazarse para pupar. Presenciar los ciclos vitales en una compostera, o cohabitar con ésta, nos permite ejercitar una nueva perspectiva, donde aquello considerado como desperdicios es para las larvas un banquete, y ese residuo entendido como material de abono para fertilizar una nueva vida entra en sintonía con la propuesta de compostar nuestros hábitos vitales para hacer nacer nuevas formas de relaciones interespecistas propuesta por Donna Haraway, señala en su texto curatorial Paula Bruno Garcén.
Buitrón (Quilmes, provincia de Buenos Aires), es egresada de las escuelas de Bellas Artes C. Morel y Prilidiano Pueyrredón, y trabaja con la agencia de seres no humanos y vínculos interespecies.
Obtuvo el Premio adquisición a la tercera mejor obra del 110° Salón Nacional (2022), Premio UNNE (2022), Premio HCS de la Pcia. de Bs. As. (2021) y el Gran Premio K. Kemble (2018). También participó del proyecto «El libro de las diez mil cosas» del grupo La Intermundial Holobiente (Claudia Fontes, Paula Fleisner y Pablo Ruiz) para Documenta 15 (Kassel) .