El director de orquesta y pianista argentino-israelí Daniel Barenboim, el poeta Juan Gelman, el artista plástico León Ferrari y la escritora Griselda Gambaro fueron galardonados por el gobierno nacional con la edición 2011 del premio anual «Azucena Villaflor» a los derechos humanos.
Así se conoció hoy a través del decreto 236/2012, publicado en el Boletín Oficial y firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak.
En los considerandos de la medida se destaca que Barenboim «suma a su sobresalientes dotes artísticas mundialmente reconocidos, sus diversas y notorias acciones concretas desde el arte a favor de la paz y la convivencia pacífica entre los pueblos, fomentando el conocimiento y el respeto mutuo por sobre toda forma de violencia, específicamente entre los ciudadanos israelitas y palestinos».
Sobre Gelman, el decreto recuerda que «ostenta el reconocimiento internacional por la singularidad de su obra» y que el poeta, «ex preso político, exiliado forzoso y, en su propia definición, esperanzado sin remedio, durante toda su vida ha luchado por los derechos civiles, políticos, económicos y culturales de sus compatriotas y de los hermanos latinoamericanos».
Además, agrega que «en particular, durante la dictadura cívico-militar que asoló al país desde el año 1976, denunció al mundo los horrores cometidos por el terror de Estado en la República Argentina, entre los que se encuentran la desaparición de su hijo y nuera y la sustitución de identidad de su nieta nacida en cautiverio. A su persistencia se debe la recuperación de los restos de su hijo Marcelo y la restitución de su nieta Macarena».
En cuanto a León Ferrari, el texto resalta que el pintor y escultor, «ilustrador, entre otras obras, de una edición del ´Nunca Más`, es un artista cuya vasta producción expresa su visceral repudio a la tortura y a la feroz represión de los poderes estatales y fácticos», y añade que «su obra está indisolublemente ligada a la historia argentina reciente, al plan sistemático de comisión de crímenes de lesa humanidad, que le arrebató a su hijo Ariel Adrián en el año 1976».
Finalmente, a la hora de reconocer a Griselda Gambaro con el galardón, se destaca que esta dramaturga, escritora y novelista «es autora de una obra profundamente nacional y universal, sustentada en la realidad social y política de su tiempo».
En la argumentación se subraya también que Gambaro, «en el año 1977, después de la prohibición por decreto de la dictadura de su obra `Ganarse la Muerte´ debió exiliarse y desde el año 1983 su producción aborda la temática de la represión, el no olvido, el muro de impunidad en torno a los asesinos y la corrupción, en un permanente abordaje y profundización de la memoria».
El premio «Azucena Villaflor de Devincenti» fue instituido por decreto en diciembre del año 2003, con el objetivo de reconocer a los ciudadanos y/o entidades que se hubieran destacado por su trayectoria cívica en defensa de los derechos humanos. En su última edición, el galardón fue para el juez español Baltazar Garzón