Una familia ‘tipo’ porteña propietaria de la vivienda que habita y conformada por dos adultos laboralmente activos y dos menores, requirió en febrero contar con ingresos de por lo menos $ 684.115 para no ser pobre. En tanto que para no caer en la indigencia necesitó tener ingresos por arriba de los $400.000 y para sostenerse en la clase media debió percibir más de un millón de pesos.
Estos datos se desprenden del informe sobre Canastas de consumo y pobreza que elabora la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, que mensualmente evalúa el poder adquisitivo de los hogares porteño según su capacidad de acceso a las denominadas Canastas de Consumo. De esta forma, los costos de las Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT) establecen las líneas de indigencia y de pobreza.
El reporte del organismo indica que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el límite de la indigencia tuvo el mes de febrero un alza del 14,89% en relación con el nivel de enero y un incremento interanual del 310,19%.
Mientras que la Canasta Básica Total (CBT), que establece el piso de la pobreza mostró un alza mensual del 15,94% y un alza interanual del 290,74%.
En tanto que la Canasta Total (CT), que en diferentes proporciones mide al sector medio frágil, la clase media y los sectores acomodados, registró un incremento del 14,57% en comparación con enero y del 278,18% respecto de febrero de 2023.
En el análisis de las distintas variaciones porcentuales destaca que los sectores más vulnerables de la sociedad son los más perjudicados por los incrementos de precios. La canasta básica de alimentos para aquellos sectores en situación de indigencia ha experimentado un aumento que supera en 32 puntos porcentuales por arriba de las franjas o estamentos de clase media.
La Dirección General de Estadísticas y Censos porteña realiza esta medición sobre cinco categorías de hogares tipo, todos ellos propietarios de la vivienda que habitan, cuya conformación oscila de una y cuatro personas de distintos rangos etarios. También es válido destacar que, dado que no se consideran ‘gastos consumo’, este estudio no contempla el pago de alquiler ni de expensas.
En este sentido, tenemos que en febrero recursos que marcaron los límites para cada uno de esos niveles en una familia ‘tipo’ conformada por cuatro miembros en el distrito fueron los siguientes: en situación de indigencia hasta $ 402.752,23; pobreza no indigente, de $ 402.752,24 hasta $ 684.115,30; no pobres vulnerables de $ 684.115,31 hasta $ 814.016,62; sector medio frágil de $ 814.016,63 hasta $ 1.017.520,78; clase media de $ 1.017.520,79 hasta $ 3.256.066,51 y sectores acomodados $ 3.256.066,52 o más.