Los aumentos sostenidos en los precios de los medicamentos, junto con las restricciones en la cobertura del PAMI, han impactado gravemente la economía de los adultos mayores en Argentina. Esto resalta la necesidad urgente de políticas públicas que garanticen el acceso a medicamentos esenciales y protejan el poder adquisitivo de las jubilaciones.
Un informe sobre los medicamentos más consumidos por las personas mayores en Argentina, elaborado por el Centro de Economía Política de Argentina (CEPA), da cuenta de cómo el auge de la desregulación económica, impulsada por la gestión de Gobierno de Javier Milei, derivó en una fenomenal aceleración de los precios, con un impacto altamente negativo en el rubro de medicamentos. Este fenómeno afecta en particular a la población de adultos mayores, cuyo poder adquisitivo ha sufrido mermas considerables que sitúan a esta población por debajo de la línea de pobreza.
En enero y febrero del presente año, el Gobierno congeló el bono de $55.000 para las personas que cobran haberes menores a $160.712,61 en enero y febrero. Mientras que en marzo aumentó este beneficio a $70.000 a quienes cobraban hasta 1,5 mínimas, para congelarlo durante todo 2024. Sumado a esto, a mediados de agosto y luego, en diciembre, la obra social de los jubilados redujo la cantidad de medicamentos incluidos en el vademécum y modificó las condiciones de acceso.
En 2020, el PAMI implementó un vademécum de medicamentos esenciales gratuitos, que representó un ahorro significativo para los jubilados. Durante 2024, el acceso a estos medicamentos se limitó progresivamente. Se restringió la cobertura de 44 moléculas farmacológicas en agosto y 11 más en junio. A partir de diciembre, el acceso a los medicamentos gratuitos quedó disponible solo para jubilados que perciben hasta 1,5 jubilaciones mínimas, previa realización de trámites específicos.
En paralelo, desde noviembre de 2023, los medicamentos de uso frecuente entre los mayores registraron una inflación acumulada del 210,7%, superando el índice general de inflación del 201,5% en el mismo período. Medicamentos específicos, como Daflon 500 y Aspirina Preven, aumentaron 228% y 217% interanual respectivamente.
En concreto, la inflación acumulada en la canasta PAMI, desde noviembre de 2023 hasta noviembre de 2024, fue del 340,7%. Siendo excluidos del vademécum, medicamentos como Lanzopral, Dermaglos y Pantus 40, que entre agosto y noviembre del presente año experimentaron subas de hasta 71,7%.
Al mismo tiempo, entre junio de 2023 y noviembre de 2024, la jubilación mínima, incluso con bono, perdió un 39,9% de su capacidad adquisitiva frente a la canasta de medicamentos PAMI. Sin considerar el bono de $70.000, esta caída alcanza el 43,0%. Mientras que, desde la asunción de Javier Milei a la presidencia de la Nación, la jubilación mínima con bonos cayó un 22,5%, en tanto que sin considerar el bono esta disminución alcanza el 39,6%.
Hay que tener en cuenta que la obra social PAMI tiene una cobertura que alcanza a más de 5,3 millones de personas, de las cuales más del 90% tienen 60 años o más. Si se toma en cuenta que en Argentina hay cerca de 7 millones y medio de personas mayores –conforme los datos del último Censo (INDEC, 2022)- PAMI alcanza al 60% de la población mayor del país. Un país donde el índice de pobreza alcanza al 50% de la población. Es decir, más de 23 millones de personas perciben ingresos por debajo del costo de una canasta mínima alimentaria, que supera los 980 mil pesos.