miércoles, febrero 5

MÁS DE UN MILLÓN DE PESOS PARA NO SER POBRE

En su discurso nacional de este martes, el presidente Javier Milei afirmó que la recesión ha terminado y que los ingresos están recuperándose. Sin embargo, en la práctica, sus políticas de ajuste han incrementado la pobreza y la indigencia. Según los datos suministrados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), sobre el costo de Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA), actualmente, un millón de pesos al mes no es suficiente para superar la línea de pobreza en Argentina. Una familia de cuatro miembros necesitó $1.001.466 para cubrir la canasta básica (CBA). Vale tener en cuenta que canasta del INDEC no cubre completamente las necesidades de una familia, ya que omite gastos como el alquiler.

En contraste, la evaluación de la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el INDEC, calculó que en octubre la Canasta Básica Alimentaria (CBA) alcanzó los $1.547.169. Además, estableció que en el primer semestre del año, la pobreza impactó al 52,9% de la población y la indigencia al 18,1%, cifras considerablemente más altas que las del segundo semestre de 2023.

Esta semana, el INDEC informó que la inflación de noviembre fue del 2,4%. En términos interanuales, este porcentaje representa un aumento del 166% en comparación con el mismo mes del año anterior. Los sectores con mayor aumento fueron Educación, con un 5,1%, y Vivienda, Agua, Electricidad, Gas y otros combustibles, con un 4,5%, principalmente debido al significativo efecto de los tarifazos y el aumento del costo de los alquileres. En resumen, los aumentos en las tarifas y los alquileres continúan afectando los precios y elevando el costo de vida.

El sector de Alimentos y Bebidas no alcohólicas registró el menor incremento en noviembre con un 0,9%. No obstante, el acumulado anual de este sector muestra un aumento del 90,5%. Comparado con noviembre de 2023, el incremento es del 147,1%, resultando en ganancias significativas para conglomerados como Arcor, Molinos y cadenas de supermercados. La inflación durante el primer año de la gestión de Milei se mantiene alta en un 112%, tras el salto por la devaluación de diciembre y la liberación de precios. La divergencia en la evolución de ambos indicadores refleja un aspecto particular de la inflación que se ha ido afianzando en los últimos meses: el incremento en los precios de los alimentos ha sido relativamente moderado, mientras que la escalada de precios se debe más a otros bienes y servicios, como las tarifas y los precios controlados por el gobierno. Esto justifica que el aumento de la canasta básica alimentaria haya sido menor que el de la canasta total, y que esta última haya registrado un incremento inferior al índice de precios al consumidor (2,4%), que incluye una gama más amplia de productos más allá de las necesidades esenciales.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que la reciente desaceleración de la inflación no responde a soluciones estructurales, sino a políticas recesivas y un estricto ajuste gubernamental que han tenido un impacto negativo en la economía. Con salarios y pensiones que pierden poder adquisitivo, lo que realmente ha aumentado es la pobreza, que alcanza el 50% cuando se mide por ingresos. Además, la indigencia ha crecido; según los últimos datos, hay 3 millones de nuevos indigentes desde diciembre del año pasado.

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