jueves, enero 16

COLORES DE LA AMIA

 Un mural que simboliza vida y solidaridad

En el mes de junio del año pasado, la comunidad judía en Argentina y del mundo se unió para celebrar los 130 años de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), culminando con la inauguración de una obra monumental que se ha convertido en un símbolo de esperanza, diversidad y compromiso social: «Colores de AMIA», un mural creado por el reconocido artista David Petroni.

La AMIA, fundada el 11 de febrero de 1894, emergió como respuesta a las necesidades de los primeros grupos de inmigrantes judíos que arribaron a Argentina. Su misión desde entonces ha sido mucho más que la creación de un cementerio comunitario. Con el tiempo, la institución ha ampliado su ámbito de acción, implementando programas en diversas áreas como servicios sociales, educación, cultura y arte, así como iniciativas en favor de la integración de personas con discapacidad y la promoción de los derechos de poblaciones vulnerables. La AMIA es, en esencia, un faro de solidaridad y un vehículo de cambio social.

“Colores de AMIA” no es simplemente un adorno estético; es una representación vibrante de la vida que AMIA encarna en su trabajo diario. El presidente de la institución, Amos Linetzky, enfatizó en la inauguración que “La AMIA es vida, trabajamos para reparar el mundo cada día”, una declaración que encuentra su lugar en este mural que evoca la multiplicidad de acciones que la AMIA lleva a cabo. Según Elio Kapszuk, director de Arte y Producción de AMIA, el mural responde a una pregunta esencial: “¿De qué color es la solidaridad, la cultura y la educación?” La respuesta, como se ha demostrado en la obra, es más rica y compleja que cualquier respuesta monocromática. Esta intervención, que adorna la emblemática fachada de Pasteur 633, embellece tanto el paisaje urbano de Buenos Aires como compite también para ser declarado el mejor mural del mundo en la cuarta edición del certamen lanzado por la plataforma “Street Art Cities”.

La iniciativa de transformar la cara del edificio de AMIA no fue un esfuerzo solitario. David Petroni, un artista profundamente influenciado por su formación en diseño gráfico y artes visuales, lideró este proyecto con el apoyo de su equipo, compuesto por Juanra Jiménez, Pablo Lange de Angelis y Lucas Machado D’Amico. La obra, que narra una historia visual de compromiso y diversidad, se inscribe en la investigación estética semi-abstracta de Petroni, quien busca reflejar la sensibilidad del ser humano al contemplar el universo que lo rodea.

Las implicaciones de «Colores de AMIA» van más allá de la simple estética; son un símbolo de la resiliencia de una comunidad que ha enfrentado adversidades a lo largo de su historia. Desde el terrible atentado de 1994 hasta los desafíos contemporáneos, AMIA ha demostrado su compromiso con la paz, la solidaridad y la inclusión. El mural refleja esta trayectoria de lucha y esperanza, convirtiéndose en un punto de encuentro no solo para la comunidad judía, sino para todos aquellos que comparten el anhelo de un mundo más justo y humano.

La obra no tardó en cosechar reconocimiento. A mediados de 2024, «Colores de AMIA» fue designada como mural del mes, lo que propició su inclusión en la competencia global de “Street Art Cities”. Hasta la fecha, el certamen ha atraído la atención de 97 artistas de 29 países. Un jurado, que combina la evaluación del público y de expertos, se encargará de seleccionar al mural ganador, un proceso que significa una celebración del arte urbano y de su poder para comunicar e inspirar.

El impacto visual de la obra no ha pasado desapercibido. La vibrante paleta de colores utilizada por Petroni representa la diversidad de las iniciativas de AMIA y la riqueza cultural que esta institución promueve. La fusión de formas, texturas y matices se ha convertido en un referente en el paisaje artístico de Buenos Aires, atrayendo tanto a turistas como a locales que pasan frente a la sede de AMIA.

Las votaciones para determinar al mejor mural del mundo están abiertas al público, ofreciendo la oportunidad a las personas de contribuir a esta celebración artística. Aquellos que deseen participar pueden hacerlo ingresando al enlace proporcionado por la plataforma “Street Art Cities” y buscando a Petroni en la primera categoría.

Al avanzar hacia finales de 2024, el mural «Colores de AMIA» se convierte no solo en un testigo del tiempo, sino también en un recordatorio de que el arte puede y debe ser un medio de transformación social. En las palabras de Linetzky, “la AMIA es vida”, y este mural es la representación visual de esa vida en acción: una explosión de color, cultura y solidaridad que refleja el compromiso de una institución con sus raíces y el mundo que la rodea. Así, «Colores de AMIA» no representa solo un hito en la historia del arte urbano argentino, sino también un tributo a la perseverancia y la fuerza de la comunidad judía en Argentina y más allá.

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