Dirigentes gremiales, legisladores y el colectivo de Padres por la Escuela Pública criticaron la decisión del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y del ministro de Educación, Esteban Bullrich, de cerrar 221 cursos en más de 30 escuelas de la Ciudad.
Ernesto Golomb, de Padres por la Escuela Pública, consideró que «ninguna política de Estado puede pretender cerrar espacios de la educación» y lamentó que Bullrich haya reconocido que la decisión de cerrar los 221 cursos «es una estrategia».
Golomb sostuvo que «hay que llamar a las cosas por su nombre, ya que el cierre de los cursos es una vaciamiento de la escuela pública y un impulso a la educación privada».
Asimismo, informó que no son 221 los cursos que se cierran, sino «442 porque cada grado tiene divisiones en A y B y son 10 mil los chicos afectados».
El representante de los padres señaló que «no es cierto que no se trata de un cierre de cursos, sino de un desdoblamiento, como dicen las autoridades del gobierno, ya que no hay espacio físico para hacerlo».
En este sentido, denunció que «en zona Sur por ejemplo los chicos están hacinados en salas de música, o en la de maestros y hasta en la cocina de las escuelas».
A su turno, otro padre, que se identificó como Federico Mercado, que además es docente, indicó que «la escuela pública es una apuesta a una sociedad que respeta los derechos de las personas» y sostuvo que Macri «tiene que entender que los chicos no son números, sino personas».
«Están mintiendo. ¿Cómo van a desdoblar los grados si hay superpoblación en zona Sur y no hay escuelas? Además es una barbaridad lo que dijo un funcionario de Macri de que estaban buscando containers para alojar a los chicos que asistan a escuelas dónde no haya más espacio para albergar a los alumnos», se preguntó.
Por su parte, el secretario general de Ademys, Carlos Oroz opinó que «lo de Macri es un espíritu ideológico contra la educación pública».
«Macri pretende consolidar dos proyectos, uno para los pobres con políticas de asistencialismo y contención, meramente, y una educación de mayor calidad para las escuelas de gestión privada», cuestionó.
En tanto, el secretario general de UTE, Eduardo López, manifestó que él elige «la educación pública por los valores, porque en la escuela privada se enseña que el patrón está por encima de la Constitución Nacional, en cambio en los colegios estatales es al revés, y yo quiero que mis hijas se eduquen en estos valores».
«La escuela pública es democrática, plural, diversa y universal y Macri por eso quiere a las escuelas privadas», argumentó.
Por su parte, la defensora del Pueblo adjunta, Graciela Muñiz, indicó que la escuela pública «no discrimina» y además «la escuela no es una empresa privada, señor ingeniero Macri», remató.
Asimismo, estuvieron presentes los legisladores María Elena Naddeo, Laura García Tuñón, Francisco «Tito» Nenna, Rafael Gentilli, Alejandro Bodart, Virginia González Gass y María José Lubertino.