domingo, noviembre 24

SALVADORA MEDINA ONRUBIA

Nacida en la ciudad capital de la provincia de Buenos Aires, La Plata, en 1894. Con el comienzo de la nueva centuria muchas mujeres como Salvadora empezaban a hacer sentir su voz y presencia ante un mundo masculino que les negaba no sólo respeto sino derechos. Esta inquietante mujer de tendencia libertaria e identificada junto a otras como pertenecientes al “Tercer sexo”, brilló por su audacia e inteligencia en los agitados años de la primera mitad del siglo veinte.

Casada en 1915 con Natalio Botana, director del diario Crítica, llegó a formar una familia con los tres hijos. Antes de este matrimonio había tenido un hijo como madre soltera.
Su juventud llena de energía la llevó a vincularse con primeras figuras del mundo literario como Alfonsina Storni y Roberto Arlt.
Esa intensa vida la mostraron como una mujer que no fue indiferente a los acontecimientos de su tiempo, por ello su participación en los enfrentamientos entre trabajadores y fuerzas del Ejército en la “Semana Trágica”. Estas actitudes que la mostraron como una mujer transgresora de su tiempo le proporcionaron diversos apelativos, uno de ellos “La Venus Roja”. Este tal vez sea el más significativo. También se la debe recordar como autora de obras dramáticas, narradora, traductora, poeta, periodista. Algunos se refieren a ella como redactora del diario La Protesta y otros como la “dueña del diario Crítica”.
Salvadora fue una mujer con ideales de libertad y de justicia social, una militante anarquista y una militante feminista, cualidades difíciles de comprender y de asimilar en la sociedad argentina de principios del siglo veinte.
El gobierno de facto del General Uriburu la privó de la libertad junto a su esposo, Natalio Botana. En esas circunstancias la cárcel sólo sirvió para que Salvadora mostrar su coraje de mujer. En una carta con fecha 5 de julio de 1931 dirigida al presidente inconstitucional, Salvadora escribió:
“Sr. General Uriburu, yo sé sufrir. Sé sufrir con serenidad y con inteligencia. Y desde ya lo autorizo a que se ensañe conmigo si eso le hace sentirse más general y más presidente.
Y en cuanto a mi encierro: es una prueba espiritual más y no la más dura de las que mi destino es una larga cadena.
En este innoble rincón donde su fantasía conspiradora me ha encerrado, me siento más grande y más fuerte que usted. Que desde la silla donde los grandes hombres gestaron la Nación, dedica sus heroicas energías de militar argentino a asolar hogares respetables y a denigrar e infamar una mujer ante los ojos de sus hijos… y eso que tengo la vaga sospecha de que usted debió salir de algún hogar y debió también tener una madre. General Uriburu… desde este rincón de miseria, le cruzo la cara con todo mi desprecio.”
Luego de la muerte de su esposo en 1941, Salvadora dirigió el diario Crítica hasta 1951.

Fuente: Marcos Roselli en Los Malditos Excluídos de la Historia Oficial – Ediciones Madres de Plaza de Mayo  – Volúmen IV

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