Pese a la denuncia de los trabajadores del Subte de falencias en materia de seguridad, y tras el rechazo de la Justicia porteña del amparo presentado por el legislador porteño Alejandro Bodart (MST), Mauricio Macri inauguró esta mañana dos nuevas estaciones de subte de la línea B. Se trata de las estaciones Esteban Echeverría y Juan Manuel de Rosas, que según el jefe del ejecutivo «están perfectas, son muy modernas y se trabajó en ellas con profesionalismo».
Macri descendió de una formación sobre una alfombra roja en estación Rosas -que estaba cerrada al público-, allí declaró ante las «el nuevo servicio que llegará hasta el barrio de Villa Urquiza sumará otros 50.000 usuarios por día». Luego de lo cual, las 50 personas que presenciaron el acto, iniciaron los festejos que contó con con catering, porristas y música.
«No hay ninguna razón para que las estaciones no operen en el día de la fecha», expresó Macri, y agregó que «la extensión de la línea permitirá que vecinos, trabajadores y alumnos se vean beneficiados ya que ahorrarán tiempo de viaje para estar más tiempo con la familia y los amigos o estudiar».
Aunque Macri dijo que «el ente de servicios públicos autorizó y acordó que todo estaba en perfectas condiciones» los trabajadores insitieron en que no conducirán el servicio hasta las nuevas paradas.
El personal nucleado en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) hizo un relevamiento sobre las condiciones en que se encuentra la estación Juan Manuel de Rosas y el taller donde se guardan las formaciones.
El documento destaca que hay filtraciones en numerosos puntos de la construcción y que a raíz de la inundación del 2 de abril pasado, «el agua ingresó en forma de torrentes y llegó a niveles por encima de los tomacorrientes y dañó el piso técnico de la boletería».
Además, en el andén central de la estación Rosas «se escucha cómo por debajo corre agua y el tendido eléctrico está hecho sobre las vías, no en forma aérea, y por esa razón murió electrocutado nuestro compañero Villar durante la inundación».
«Tal como informamos en la conferencia de prensa brindada ayer por la noche, no vamos a llegar hasta las nuevas estaciones por temas de seguridad. Tampoco impediremos si el personal jerárquico quiere hacerlo, pero advertimos que no están dadas las condiciones para que éstas sean habilitadas», indicó Enrique Rosito, uno de los denominados ´metrodelegados`.
El dirigente gremial añadió que «durante el transcurso de la mañana estaremos presentando un amparo para pedir que no se habilite el servicio, que es diferente al que presentó el diputado Alejandro Bodart para que no se inauguren las estaciones».
«Por nosotros, que inauguren lo que quieran, el tema es que como trabajadores no queremos exponernos al riesgo ni poner en peligro a los usuarios», señaló.
Rosito añadió que «hasta el momento el cronograma de trabajo sigue siendo el mismo, pero no sabemos si a partir de la inauguración nos van a pedir que lo extendamos y en ese caso nos vamos a negar».