viernes, noviembre 22

SACAN A MANO MUGRE DEL RIACHUELO

Organizados en cooperativas, buscan garantizan una mejor calidad de vida para 1400 familias de la villa 21-24 de la Ciudad de Buenos Aires. Sobre los trabajos, el secretario de la cooperativa Cristo Obrero, Juan de la Cruz Vilca, evidenció que a la complejidad de la limpieza se suma la falta de concientización de los vecinos.
«Fue terrible el inicio porque teníamos que trabajar limpiando la mugre de décadas. Nos dieron unas botas hasta la cintura para poder trabajar. Al principio sacábamos tres o más contenedores de basura por día. Todo el trabajo se hace a mano, sin máquinas, llenando todo en bolsas y en las carretillas», contó Miguel Farías, de la Federación de Cooperativas de Trabajo Padre Múgica.
El trabajo de sanear y limpiar la Cuenca Matanza – Riachuelo comenzó en 2009 de la mano de más de 130 trabajadores, organizados en 13 grupos cooperativos integrados en esa federación, que a su vez está asociada a la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT).
La limpieza apunta a mejorar las condiciones habitacionales de unas 1400 familias, 5 mil personas en total, que viven en la villa 21-24 de la Ciudad de Buenos Aires.
La federación lleva adelante las tareas que desde hace cinco años fueron requeridas al gobierno porteño por parte de la Corte Suprema a través del fallo Mendoza, que ordenó una serie de medidas con el fin de reforzar la ejecución del plan de saneamiento.
«Sin embargo, el pronunciamiento judicial tiene muy pocos avances concretos y los vecinos de la Villa 21-24 y otros barrios esperan que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires los relocalice», apuntó la CNCT.
Sobre los trabajos, el secretario de la cooperativa Cristo Obrero, Juan de la Cruz Vilca, evidenció que a la complejidad de la limpieza se suma la falta de concientización de los vecinos.
«El trabajo es variado porque nos movemos por distintos lugares y el más pesado está en las zonas de las vías de trenes, donde los fines de semana se acumula mucha basura. Los lunes son terribles, falta concientización de los vecinos y la ayuda estatal para mantener la limpieza. Hay cooperativas que se encargan de la recolección de basura domiciliaria, pero falta que los vecinos también ayuden», subrayó.

Fuente. Agencia de Noticias ANSOL

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