La celebración del Día Nacional de los Afroargentinos y de la Cultura Afro se vive como un la construcción de una nueva identidad que reivindica los aportes de los pueblos originarios y los afroargentinos. Así lo pone de manifiesto Julia Contreras, directora de Promoción y Desarrollo de prácticas contra la Discriminación del INADI.
“Nos han hecho creer que venimos de los barcos y si bien es cierto que algunos venimos de los barcos, muchos otros descendemos de los africanos esclavizados y de los pueblos originarios”, señala la funcionaria y puntualiza que esta nueva concepción se enmarca dentro de una perspectiva de derechos humanos más amplia que deja de invisibilizar a algunos grupos y recupera el orgullo de esta identidad afroargentina de la cual, de una u otra manera, todos somos parte.
En abril de este año, se sancionó la Ley 26.852, que no sólo instituyó el “Día Nacional de los afroargentinos y la cultura afro”, también encomienda al Ministerio de Educación su incorporación a los contenidos curriculares, y a la Secretaría de Cultura, su conmemoración con políticas públicas de visibilización.
La fecha rinde homenaje a María Remedios Valle, quien murió en la pobreza el 8 de noviembre de 1847 tras haber combatido en el Ejército del Norte durante la Guerra de la Independencia con tal arrojo que Manuel Belgrano la nombró “capitana”. Por su condición de mujer y negra, murió en la miseria y en ella se busca reivindicar los derechos de un grupo de argentinos que estuvo ignorado durante muchos años. La invisibilización y negación de la presencia de africanos, afrodescendientes y de elementos culturales afro en la sociedad argentina se remonta a mediados del siglo XIX cuando, junto al proceso de construcción de la identidad nacional, comenzó a elaborarse el “mito de la nación blanca” que luego dio lugar a expresiones como “los argentinos venimos de los barcos”.
La invisibilización histórica fue acompañada también por el silencio estadístico, ya que entre 1887 y 2010 los afrodescendientes desaparecieron además de los censos, a pesar de que en 1887 -en pleno aluvión inmigratorio- todavía representaban el 1.8% de la población de la Ciudad de Buenos Aires.
“La matriz afro ha sido escondida, aunque brota en todos los poros de la argentinidad: en el candombe, en el tango, en las payadas, en la empanada y en el lenguaje”, reivindica Marcelino Santos, presidente de la asociación Amigos de las Islas de Cabo Verde.
Por otra parte, los africanos y afrodescendientes no dejaron de llegar a estas tierras durante todo este período, provenientes tanto de Africa como de otros países latinoamericanos.
“A diferencia de lo que ocurre en otros países, aquí se dieron diásporas superpuestas y hoy por un lado hay afrodescendientes de distintos países de Latinoamérica y, por otro lado, caboverdianos que llegaron a principios de siglo XX y los que están viniendo estos últimos años de Ghana, Nigeria, Ghinea”, sostiene Carlos Álvarez, de la Agrupación Xangô.
Reelevamientos actuales son una prueba adicional de que lo afro nunca se fue: un estudio realizado por el Instituto de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Buenos Aires demostró que el 4,3% de la población tiene marcadores genéticos africanos.
“El país está constituido por tres patas: se ha luchado por quitarle la pata africana y ahora está renga porque hasta ahora no ha habido un reconocimiento efectivo de esta contribución”, afirmó Santos.
Para Carlos Álvarez, este reconocimiento se ha iniciado, por parte del Estado Nacional, con medidas como la inclusión de una pregunta sobre afrodescendientes en el Censo 2010 y con la institución del Día Nacional de los Afroargentinos. El censo demostró que el 92% de los que se reconocieron afrodescendientes nacieron en el país. Esto habla de que realmente se ha instalado una lógica racista de que lo afro es extranjero, que no tiene que ver con la realidad. Este racismo subyacente al mito de la nación blanca, se hace sentir todavía sobre este grupo poblacional: “La discriminación nos afecta de manera muy violenta: que vayas por la calle y te pregunten de qué país venís al verte fenotípicamente afro o que te pidan que les dejes tocar el pelo como algo exótico”, explicó Álvarez.
“Luego está la cosificación de la mujer afro, que en la calle las confunden con mujeres en el ejercicio de la prostitución. Y en los pedidos de trabajo, cuando hablan de `buena presencia` excluyen a los afroargentinos. También el lenguaje es un constante reproductor del racismo en expresiones como `magia negra`, `mano negra` o `día negro`”, explicó.
El evento central por el Día Nacional de los Afroargentinos y de la Cultura Afro será mañana a las 18 en el Movimiento Afrocultural -Defensa 535- donde se presentarán diferentes espectáculos artísticos relacionados con la afroargentinidad. También, lunes a las 18 se colocará un placa homenaje a la presencia y aporte afro en el Parque Lezama.