Cuarenta y dos trabajadores de la gráfica «Microteclados S.R.L.» del barrio porteño de Barracas ocupan desde el 9 de junio último la planta ubicada en Isabel La Católica 1386, en reclamo por cinco meses de salarios adeudados, al tiempo que denuncian un «posible» vaciamiento de la empresa.
Los trabajadores aseguraron que los propietarios «ya no pagan las obras sociales y los últimos aportes jubilatorios registrados son de diciembre del 2011».
Luis Vergara, delegado de los trabajadores, contó que «la empresa fue fundada en 1989 por Luis Wald y sus hijos, que siempre nos pagaron semanalmente pero el año pasado ya era evidente que la mano venía complicada».
«Durante el 2013 tuvimos atrasos en el pago de los sueldos de hasta más de tres meses, y eso nos forzó a una serie de medidas de fuerza que concluyeron con un acuerdo en el Ministerio de Trabajo, en el que los propietarios se comprometían a ponerse al día, cosa que nunca cumplieron», añadió.
El trabajador apuntó que «lo del atraso en los sueldos se complicó más a principios de este año porque no aparecían los insumos para sacar la producción, y para mayo la situación era tan compleja que decidimos ocupar las instalaciones por miedo a que vacíen la empresa y desaparezcan».
Detalló que «con ayuda de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica), del Ministerio de Trabajo, del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) y de La Cámpora estamos tratando de organizarnos».
«Nos presentamos en el juzgado que lleva el concurso de acreedores para defender nuestro trabajo que es el sostén de 42 familias», dijo Vergara
Eduardo Montes, trabajador de la recuperada Gráfica Patricios, dijo que «esta empresa es viable y tiene futuro en manos de sus trabajadores, porque tiene una experiencia, una cartera de clientes y un grupo humano muy rico, ahora ellos tienen que organizarse para defender su fuente laboral».
«En un punto este caso es similar al del restaurante `Lalo de Buenos Aires`, porque se trata de firmas de segunda generación, donde los herederos tenían que repartirse las ganancias de sus padres y como en esa división les baja el margen de ganancias terminan desentediéndose o vaciándola», apuntó.
Por su parte, la legisladora porteña Paula Penacca, quien se acercó a expresar su solidaridad, afirmó que «como militantes vamos a estar siempre junto a los trabajadores en defensa de los puestos laborales, y también queremos marcar la preocupación de la Legislatura ante estos casos como este».
«Estos trabajadores tienen muchas ganas de salir adelante y no reclaman nada más que lo que le corresponde, que son los salarios adeudados y sus puestos de trabajo, y estamos convencidos que si se les da la oportunidad pueden demostrar que esta es una empresa absolutamente viable», añadió.
El diputado bonaerense Miguel Funes, que trabaja sobre las problemáticas y experiencias de empresas recuperadas y autogestionadas, señaló que «cuando hay voluntad de trabajo, como en este caso, cualquier empresa puede funcionar».