El ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, aseguró hoy que el gobierno porteño «no dio respuesta a la denuncias realizadas por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo» sobre irregularidades en la obra en construcción lindera al edificio colapsado en la calle Bartolomé Mitre, mientras crece la incertidumbre de los vecinos sobre las consecuencias del avance de la demolición.
«La Superintendencia de Riesgos del trabajo dictó normas específicas para obras en construcción que no son controladas ni cumplidas por el gobierno de Mauricio Macri. Se había denunciado que no se cumplían estas normas, incluso las de seguridad para los trabajadores, y pese a ello el gobierno porteño no hizo nada», dijo el ministro Tomada.
El ministro participó esta tarde de una reunión en la Legislatura porteña junto a diputados de distintos bloques en donde se denunció que el gobierno porteño tampoco reglamentó la ley 3652, aprobada en septiembre del 2010, que obliga a la Ciudad a realizar inspecciones en las obras, especialmente antes de iniciar una excavación que afecte los cimientos de un inmueble.
En este contexto, la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) marchó esta tarde hacia la sede de la Jefatura de Gobierno porteño y denunció que lo ocurrido «estuvo lejos de resultar un accidente, en tanto no sucedió producto de la fatalidad sino de la imprevisión».
La UOCRA destacó a través de una carta dirigida a Macri que ya había sido denunciada la obra lindera al edifico colapsado pero atribuyó la falta de respuesta a «la negligencia de empresas incumplidoras y la falta de control del gobierno de la Ciudad».
El gremio reclamó la publicación de actas por infracciones; la creación de un registro de empresas que incumplan normas; la puesta en marcha de una agencia que controle la higiene y seguridad; y la reglamentación de la ley 3.562.
«No se puede hablar de hechos aislados. Esto es la consecuencia de una actitud, el resultado de una concepción que nosotros señalamos hace tiempo. Tiene que ver con el Estado ausente y el no respeto de las normas y a darle una prioridad al mercado por encima de cualquier otro valor», dijo Tomada.
Además, informó que en los registros de Trabajo «figura la advertencia, la notificación y la ausencia de respuesta» y agregó: «No es que a este gobierno le preocupen las viviendas, lo que le preocupa es el mercado de la construcción de viviendas».
Las tareas para demoler las partes inestables del edificio de la calle Bartolomé Mitre 1232 recomenzaron hoy a las 18, ya que los técnicos manifestaron que necesitaban una nueva extensión de la grúa.
En tanto, crece la incertidumbre entre los vecinos de los edificios linderos por el futuro de sus viviendas. «Me evacuaron el viernes y me fui la casa de mi hija. Estoy desde el sábado acá parado y con lo puesto, y nadie me dice nada. Quiero rescatar documentación y objetos de valor que tengo en mi casa», dijo a , Francisco, propietario de un departamento ubicado en la parte frontal del edificio, que no se derrumbó.
Además, persiste el reclamo de Mariano Madueña Rubio, hijo de un hombre de 74 años que vivía en el edificio colapsado pero que permanece desaparecido y se presume que podría estar bajo los escombros. El joven señaló que su padre (Isidoro) vive en el 3 «B», un lugar que no existe más, y que cuando declaró el portero dijo que no había respondido al llamado.
«No se censó a la gente que bajó del edificio, una locura. Ahora hay un desaparecido que se niega», dijo Madueña Rubio, quien pide que «entren a buscar a su padre».
Técnicos que participan de las tareas remarcaron que el temor que existe es que el edificio colapsado no soporte los golpes, que la estructura de vigas ceda y que los materiales de construcción se desplomen sobre los inmuebles linderos, por lo que estimaron que «al menos las tareas demorarán una semana».
El presidente del bloque Encuentro Popular para la Victoria, Juan Cabandié, denunció «una embestida de especulación inmobiliaria» por parte de la Ciudad, la cual «sólo se frena con la presencia del Estado» y así revertir «este récord de derrumbes en los últimos años».
De hecho, según Gonzalo Ruanova, legislador porteño por Nuevo Encuentro, se realizaron cuatro denuncias, tres de particulares y uno de la UOCRA, por la obra lindera al edificio de Bartolomé Mitre.
«Habiendo cuatro denuncias, ¿no ameritaba la presencia de algún funcionario superior al mismo inspector que controlaba la zona», se preguntó Ruanova. El legislador recordó que en el lapso de dos años en la ciudad de Buenos Aires hubo 14 derrumbes y que el estado debería generar un alerta temprana cuando, como en este caso, se hace una excavación al lado de un edificio que «a simple vista es histórico».
Los animales también fueron víctimas del derrumbe en el edificio de Bartolomé Mitre 1200.
Dos de ellos, una gata y un perro, pudieron ser rescatados hoy por sus dueños, pero según denunciaron desde la Asociación San Roque de defensa animal, muchas mascotas todavía están en riesgo, y la demolición sigue en pie.
“Pocas veces me pasó ver algo de semejante magnitud, con tan poca voluntad y tantas trabas”, dijo desde la entidad Victoria Truehonne, quien criticó al Gobierno porteño por no permitir la búsqueda de los animales en peligro. Indicó además que según estimaciones de los bomberos y la policía, están atrapadas cuatro mascotas.
Victoria indicó que desde el organismo del Gobierno responsable de Sanidad y Bienestar animal primero le negaron que hubiera mascotas, pero luego lo admitieron y le indicaron que sólo rescatarían aquellas que fueran reclamadas. La asociación ofrece, sin embargo, hacerse cargo de aquellas que no están a cargo de nadie.
“Los bomberos y la policía vieron a los animales y se conmovieron, pero dijeron que no pueden hacer nada si no lo autoriza el Gobierno”, se lamentó Victoria.
Por lo pronto, los vecinos afectados por el derrumbe deben denunciar la pérdida de sus mascotas para que se intente rescatarlas.
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