sábado, noviembre 23

A TRES AÑOS DE LA TRAGEDIA DE ONCE

A tres años de la Tragedia de Once, familiares y amigos de las víctimas expresaron su deseo de que “la lucha y dolor se convierta en justicia”. En el mismo andén donde, el 22 de febrero de 2012 el tren chapa 16 impactó contra los paragolpes de contención dejando como saldo 51 muertos y 800 heridos, los allegados de las víctimas se concentraron con carteles, remeras y fotos de las personas que ese día perdieron la vida. Este año se espera la sentencia contra los acusados de provocar el siniestro.
A la luz del Memorial de los Corazones y de la cerámica firmada por el papa Francisco, entregada a un grupo de madres que viajó al Vaticano en octubre del año pasado, el actor Héctor Bidonde dio comienzo al acto al afirmar que “hace tres años el corazón de todo argentino de bien se estrujaba de dolor, hace tres años las sirenas empezaban a lastimar el aire de esta ciudad”.
En ese momento su discurso quedó interrumpido por la sirena que recordó las 8:33, el horario del impacto, que al apagarse dio lugar a otro sonido inconfundible: el de los llantos de los familiares.
Esas muestras de dolor y pedidos de justicia atravesaron todo el acto que tuvo uno de sus momentos más emotivos cuando Nicolás, un adolescente que en el siniestro perdió a su tío Juan Carlos Alonso o «Coqui», leyó un texto desde su celular “que surgió una noche y como lo tenía a mano antes que un papel y una lapicera lo escribí ahí”, según dijo.
“Los días son tan poderosos que nos pueden sacar un familiar o dar una alegría máxima al estar con él. Aprovechemos el tiempo compartido”, expresó el joven.
Por su parte, Mónica Bottega de Pontiroli, madre de Tatiana y parte del grupo que viajó a la Santa Sede, recordó la “sorpresa” que fue saber que el papa las iba a recibir en audiencia.
“Francisco nos esperaba para alentar al grupo de mamás, para decirnos que sigamos con este reclamo firme, pero en paz y que no nos dejemos vencer. Al pueblo argentino le cuesta llorar y Francisco lloró y lo hace todos los días 22 por aquellos que no están con nosotros”, manifestó antes de descubrir la cerámica firmada por el pontífice y bendecida por el padre Oscar.
Carlos Bustamante, padre de Federico, que tenía 19 años al momento de la tragedia y esposo de Esther, que fue parte de la comitiva que estuvo en el Vaticano, también destacó que el mensaje del papa les dio “fuerza”.
Otro de los oradores del acto fue el presidente de la Red Solidaria, Juan Carr, que agradeció a los familiares por la “capacidad de convertir la tragedia y el dolor en amor”.
“Nunca sabremos las vidas que ustedes salvaron en estos tres años, todo lo que generaron en conciencia y todas las transformaciones que hubieron por esa tragedia convertida en amor y ahora 40 millones debemos lograr convertir ese amor en justicia”, expresó.
Ese pedido volvió a agrupar a los familiares, como dijo Daniel, quien manifestó que se siente “como si fuera el primer día hace tres años” cuando murió su hijo Fernando, y reclamó que los responsables “la paguen aunque la vida de mi hijo no la van a devolver”.
Patricia, prima hermana de Micaela Machicao, madre de dos hijos y que viajaba ese día en el Sarmiento, remarcó que el siniestro “destrozó a la familia”.
“Somos bolivianos, vinimos a este país para darle una vida mejor a nuestros hijos. Ese día ella tomó el tren porque estaba estudiando, salió de casa dándole un beso a sus hijos diciendo que iba a volver y nunca más lo hizo”, manifestó.
“Yo creo en la Argentina y que en este país sí existe la justicia y quiero ver que los culpables paguen porque ellos van a tener vida pero la de mi prima y la del resto de las víctimas no se van a poder recuperar”, concluyó.
El juicio oral al maquinista de la formación, ex funcionarios y empresarios que tuvieron la concesión del ferrocarril Sarmiento entró en su etapa final, aunque el veredicto se aguarda para la segunda mitad del 2015.
Ante el Tribunal Oral Federal 2 ya hablaron 182 testigos desde que el 18 de marzo de 2014 comenzó el juicio a los ex ministros de Transporte de la Nación Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, al dueño de Trenes de Buenos Aires Sergio Claudio Cirigliano, a la ex cúpula directiva de la firma que controló el ferrocarril Sarmiento y al maquinista Marcos Córdoba.
Al anochecer, en Plaza de Mayo, se llevó a cabo la jornada conmemorativa en un acto donde se leyó los nombres de los fallecidos, un duro documento de 20 páginas y se proyectaron dos videos.
En el documento que leyeron Paolo Menghini y María Luján Rey, criticaron la «inversión tardía y desesperada en la búsqueda de votos, sin que los muertos les importen», y apuntaron que «en la Casa Rosada siempre se quedaron con la alegría, el baile y mucho más que eso. Es cierto, nosotros nos quedamos con el silencio. Nos quedamos con el silencio de 52 voces que ya no podremos escuchar. Nos quedamos con estos silencios frutos de su desidia, de la enferma ambición de dinero y de poder, de su desinterés y de su abandono», expresaron desde el escenario montado en Plaza de Mayo.
También, dijeron querer «mostrarle al Gobierno que este grupo de familiares no negocia, no lucra, ni claudica», y afirmaron que «atrás del desastre está el negocio millonario sostenido en la falta de mantenimiento de los trenes y en la ausencia de control estatal» En ese sentido, destacaron el «desesperado intento» del Gobierno por «tapar y hacer olvidar sus culpas».
«Este proyecto de Gobierno tuvo 9 años desde que asumió el poder para cambiar la flota de trenes y evitar una masacre ¿De qué gobiernos anteriores hablan? El Gobierno de Néstor Kirchner y los posteriores de Cristina Fernández de Kirchner tuvieron el tiempo y el dinero para evitarnos este dolor», dispararon los familiares.
También advirtieron que «la Justicia nunca mira los puestos más encumbrados de la Nación» por lo que «se reciclan, se reinventan e intentan volver a ubicarse en el Poder más alto», lo que «genera la espantosa seguridad de que si sos funcionario nunca pasa nada».
«Queremos un país sin corruptos amparados por la Casa Rosada. El voto es nuestra única arma frente a los que usan la política de mala manera. Ayuda a condenar o a convalidar la impunidad», indicaron.
También cuestionaron al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, a quien aludieron como el «candidato presidencial» que el gobierno «pretende imponer de la mano de compra de trenes».
Entre las personalidades que participaron de este acto estuvieron el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel; la madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas; la titular de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (Apemia), Laura Ginsberg, y el dirigente Gustavo Vera, de la organización La Alameda. También actuó la banda de rock Las Pastilla del Abuelo.

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