La V asamblea de mujeres del campo de Latinoamérica y el Caribe culminó con un homenaje a Eduardo Galeano, «poeta y luchador de la clase trabajadora que iluminó desde su su pluma y su vida el camino de los pueblos por su liberación», un llamado a construir el socialismo y una reivindicación de feminismo «campesino y popular».
El encuentro, enmarcado en el VI Congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo-Vía Campesina (CLOC-VC), se desarrolla en el Centro Recreativo Nacional (CeReNa) de Ezeiza.
La reunión «termina con tantos deseos de hacer tantas cosas que nos falta tiempo y solidez en nuestras organizaciones para realizar el mundo que deseamos al que de todos modos construimos», dijo a Télam Francisca «Pancha» Ramírez, de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Anamuri) de Chile, fundadora de la CLOC y vocera del encuentro.
«Con la tenacidad de la mujeres estoy segura que el 100 por ciento de lo que nos hemos planteado va salir. Nos fijamos retos importantes, por ejemplo teorizar, dar el debate teórico, a partir de nuestras realidades y nuestras identidades y construir propuestas para el debate socialista», señaló la dirigente.
La asamblea de mujeres de campo oriundas de los países que componen la CLOC sesionó bajo el lema «Sin feminismo no hay socialismo» y esta tarde, en una declaración final, definió el ese feminismo como «campesino y popular».
«Arranca de nuestra identidad, de nuestra visión, de la cosmovisión de los pueblos indígenas quienes defienden con fuerza la dualidad y la complementariedad (entre los dos sexos). Nosotros queremos eso pero queremos decir que los originarios también fueron penetrados porque no podríamos decir que la cosmovisión dual de los indígenas ha sido un freno para el patriarcado», aseguró Ramírez.
Y agregó que «el capitalismo no tiene distinción de identidades, da lo mismo que seas campesina, indígena, pobladora o dueña de casa».
Nemesia Achacollo Tola, ministra de Desarrollo Rural y Tierras de Bolivia, ex presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas de Bolivia y enviada especial del presidente Evo Morales, detalló algunos avances del campesinado en el país vecino.
«En Bolivia 40 millones de hectáreas están en manos de comunidades campesino indígenas mientras que los empresarios tienen seis millones. Una diferencia abismal con cualquier otro país de la región y eso se hizo con una Reforma Agraria», afirmó.
La ministra sostuvo que en la agenda de las organizaciones continentales está claro que «el pueblo organizado es el pueblo que se puede defender y un esfuerzo conjunto lleva a una lucha conjunta. En Bolivia tomó una fuerza única y eso nos liberó del modelo neoliberal y el capitalismo», explicó.
Las campesinas, llegadas de Latinoamérica y el Caribe, sesionaron ayer y hoy con vistas a formular aportes para el documento final de la CLOC, que comenzará a deliberar mañana en Ezeiza.
«La declaración de las mujeres no tiene un título pero partimos diciendo que estuvimos en Cerena, recuperado para el disfrute del pueblo. Nos parece tremendamente importante haber compartido este espacio del pueblo, ojalá el pueblo lo entienda y la cuide, defienda y mantenga como un patrimonio» propio, dijo a esta agencia la chilena y referente continental Pancha Ramírez.
El documento afirma «el desafío de construcción de nuevas relaciones de género sumó procesos encaminados a replantear una posición política desde la perspectiva de un movimiento feminista de las trabajadoras, las campesinas e indígenas y por lo tanto un feminismo articulado con la clase trabajadora».
«Reconocemos que hay muchos feminismos y la contribución histórica de los mismos. Sin embargo, nos posicionamos como mujeres feministas, conscientes de que la igualdad sustantiva en las relaciones de género no puede lograrse plenamente en el marco del capitalismo», consigna el texto.
Y agrega: » Luchamos por la destrucción de todas las formas de dominación y explotación de este modelo nefasto. Del mismo modo, sostenemos que en la lucha por construir una nueva sociedad, más allá del capitalismo, es necesario abordar las desigualdades de género».